Diversificación en las finanzas: ventajas y estrategias

El riesgo es un componente de la inversión. Por eso diversificar los instrumentos financieros es la regla de oro de cualquier estrategia de inversión para construir una cartera segura.

Si ponemos todos los huevos en la misma cesta, corremos el riesgo de que, al caer, se rompan todos. Lo mismo ocurre con las inversiones: concentrarlas en un solo instrumento nos expone a un mayor riesgo de sufrir grandes pérdidas. En el portal de educación financiera "Que el ahorro te acompañe", promovida por la Fundación Inverco, se explica la importancia de la diversificación del riesgo en la gestión de los propios ahorros.

Inversiones y riesgo: un binomio ineludible

El riesgo es un componente de las inversiones. Sin embargo, diversificar los instrumentos financieros es la regla de oro de cualquier estrategia de inversión para construir una cartera segura.

Una cartera diversificada contiene una combinación de activos e instrumentos de inversión que limitan la exposición a los riesgos específicos inherentes a cada inversión individual. El razonamiento es que una cartera compuesta por distintos tipos de activos reduce el riesgo y la volatilidad, produciendo mayores rendimientos a largo plazo que una inversión concentrada en un único activo.

En lugar de invertir en una sola empresa, uno se concentra en varios valores, quizá de distintos sectores, para evitar los riesgos específicos asociados a un único valor.

Un ejemplo de diversificación por sectores

Consideremos, por ejemplo, lo ocurrido en 2020. Con los confinamientos y las restricciones a la hora de viajar debidos a la pandemia, las acciones de las empresas energéticas se desplomaron. Quienes hubieran concentrado sus inversiones en un solo valor o en el sector energético por sí solo podrían haber perdido mucho en poco tiempo.

Sin embargo, al diversificar, uno "reparte" sus inversiones (y el riesgo asociado) entre distintos instrumentos para equilibrar el riesgo. Ningún sector se ve favorecido permanentemente por el mercado, por lo que conviene no centrarse nunca en uno que pueda ir bien, ignorando el potencial de los demás.

¿Qué tipos de diversificación existen?

Pero no basta con diversificar los valores y los sectores. También hay que diversificar los tipos de clases de activos en los que se invierte, variando entre renta variable, renta fija y divisas. Estos instrumentos no se mueven de forma coordinada y a veces las caídas de uno se compensan con las subidas de otro y viceversa.

Lo mismo ocurre con la diversificación por zonas geográficas. A veces hay factores de riesgo específicos de una sola región o zona del mundo a los que otras son inmunes. Invertir sólo en los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), por ejemplo, expone a uno a un riesgo muy elevado. En cambio, mezclar diferentes regiones del mundo es una muy buena idea para optimizar los beneficios.

Volviendo al ejemplo inicial: para reducir el riesgo de romper todos los huevos, hay que ponerlos en cestas diferentes.