Si estás considerando invertir en un fondo debes tener en cuenta los gastos asociados. Si bien no suponen un porcentaje elevado del patrimonio invertido, es conveniente conocer los diferentes tipos que existen. Por ello, en este artículo desglosamos las diferentes comisiones de un fondo de inversión.
¿Cuáles son las comisiones de un fondo de inversión?
Las comisiones de un fondo de inversión son los costes que los inversores deben pagar por la gestión y administración del fondo, son gastos que se deducen del patrimonio que el inversor aporta al fondo. La cantidad a sustraer se calcula aplicando un porcentaje a la totalidad del dinero invertido. Estas comisiones pueden variar dependiendo del tipo de fondo, siendo, de manera muy general, más caro un fondo de gestión activa que uno de gestión pasiva o un fondo de renta variable que un fondo de renta fija.
Según se han ido popularizando los fondos de inversión, los costes han ido disminuyendo. Según la última edición de ICI Research Perspective, entre 1996 y 2023 los gastos medios de los fondos de inversión de renta variable en concepto de comisiones disminuyeron un 60% y los de renta fija un 56%.
En España, las comisiones en un fondo de inversión más comunes son: la comisión de gestión, la comisión de administración, la comisión de depósito y la comisión de éxito. Los fondos también brindan a las entidades financieras que los distribuyen la opción de cobrar, de manera optativa y según su propio criterio, una comisión de suscripción y otra de reembolso, tal como se indica en sus folletos informativos.
Comisión de gestión
Es la cantidad que la sociedad gestora del fondo cobra por el trabajo realizado para gestionar y optimizar la cartera de inversiones del fondo. En otras palabras, esta comisión retribuye los servicios prestados por el gestor del fondo. Por norma general, el porcentaje de la comisión de gestión se calcula teniendo en cuenta una de las dos siguientes variables (o una combinación de ambas): el rendimiento del fondo y el patrimonio que el partícipe haya invertido. Se devenga diariamente, es implícita y ya está deducida del valor liquidativo al que el partícipe suscribe o reembolsa sus participaciones.
En el caso de las comisiones de gestión, la CNMV influenciada por la legislación europea establece que no se podrán superar los siguientes límites en términos anuales:
- En el caso de que se calcule sobre el patrimonio, la comisión de gestión no podrá superar el 2,25% en los fondos financieros y el 4% en los inmobiliarios.
- Si se calcula en función del rendimiento del fondo, la comisión de gestión no podrá superar el 18% de los resultados en los fondos financieros y el 10% en los inmobiliarios.
- Si se combinan las dos variables, el límite de la comisión de gestión se sitúa en el 1,35% del patrimonio y en el 9% de resultados en los fondos financieros, mientras que en los fondos inmobiliarios el límite se sitúa en el 1,5% del patrimonio y en el 5% de los resultados.
Como puedes ver, estas variables implican que el coste por la gestión pueda variar significativamente. Según Morningstar, la comisión de gestión media que se cobra en Europa es del 0,89%.
Comisión de depósito o custodia
Esta comisión se deduce del patrimonio aportado en favor de la entidad depositaria del fondo. La comisión de depósito se cobra en concepto de custodia y administración de los valores que forman parte de la cartera del mismo y se devenga diariamente del valor liquidativo. Esta comisión no puede superar el 0,2% anual del patrimonio del fondo.
A finales de 2023 se actualizó el Régimen de Comisiones en IIC a través del Real Decreto 1180/2023. Esta modificación legislativa elimina la restricción que impedía a los comercializadores de las sociedades gestoras cobrar comisiones de custodia cuando operaban con cuentas ómnibus.
Comisión de administración
Como las anteriores, esta comisión se devenga también diariamente del valor liquidativo y sirve para retribuir los servicios prestados por la sociedad gestora para la administración operativa diaria del fondo y otros servicios relacionados, tales como el cálculo y publicación del valor liquidativo o la recepción y tramitación de las órdenes de suscripción y reembolso recibidas de los inversores.
Comisión de éxito
La comisión de éxito ha ganado popularidad en el ámbito de la gestión de fondos, ya que algunas gestoras la aplican como un incentivo a los gestores por su rendimiento. Esta comisión puede ser implementada de manera personalizada o aplicarse a todos los partícipes de forma uniforme.
En España, un número cada vez mayor de fondos aplica comisiones de éxito (a menudo junto con una comisión de gestión fija). La particularidad es que, según el último Fees and Expenses Report de Morningstar, este tipo de comisiones se suele aplicar de manera asimétrica. Esto significa que un rendimiento inferior al índice de referencia no conlleva una reducción en el coste para el partícipe, mientras que un rendimiento superior sí puede incrementar esta variable de coste.
Es importante tener en cuenta que no todas las gestoras están autorizadas a aplicar la comisión de éxito. Según establece la CNMV, el fondo debe haber superado el valor liquidativo máximo alcanzado en los últimos tres años (la marca de agua). El plazo de tres años se establece para evitar que una gestora pueda cobrar repetidas veces la misma comisión si un fondo supera una cota que se haya sobrepasado recientemente.
Comisión de suscripción
También llamada comisión de entrada, es la comisión que la entidad gestora aplica a cada partícipe por suscribirse a un fondo de inversión. Esta comisión va íntegra al distribuidor del fondo, quien decide su aplicación, descontándose del importe invertido inicialmente. Según indica la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), “la comisión de suscripción no podrá superar el 5% del valor liquidativo de las participaciones”.. Esta comisión sin embargo casi nunca se aplica en España por la baja aceptación que tiene por parte del inversor español. Suele ser habitual en cambio en países como los EE.UU.
Comisión de reembolso
También llamada comisión de salida, se trata de la comisión que cobra la entidad gestora cuando el inversor retira el dinero del fondo. Como la anterior, va íntegra al distribuidor del fondo, quien decide su aplicación. Esta comisión funciona de manera similar a la comisión de suscripción, pero se deduce del patrimonio del inversor en el momento del reembolso. La comisión de reembolso tampoco podrá superar el 5% del valor liquidativo de las participaciones. Es importante saber que las gestoras pueden aplicar una variación en el porcentaje de la comisión de reembolso según el tiempo de permanencia del partícipe. Como la anterior, esta comisión se aplica rara vez por su baja aceptación por parte del inversor.
Tanto la comisión de reembolso como la comisión de suscripción son opcionales y de hecho, poco comunes, lo que significa que es fundamental que los inversores consulten las condiciones específicas de cada fondo en su folleto informativo para determinar si estas comisiones están incluidas, y sobre todo informarse con el distribuidor si las aplica.
A largo plazo, las comisiones desempeñan un papel crucial en el rendimiento final de los fondos de inversión. Por ello, habrá que prestar atención al coste medio de un fondo, o TER (total expense ratio por sus siglas en inglés) como referencia. Es esencial leer el folleto informativo del fondo ya que en él se detallan todas las características principales y evitaremos sustos.