Por qué las inversiones sostenibles son cada vez más atractivas

Mercados e inversiones
Las agendas globales para la transición ecológica y los nuevos compromisos del mundo financiero

Invertir de manera sostenible. Esta es la nueva tendencia que está guiando las decisiones de inversión a nivel mundial, y los números lo confirman. Según el último informe anual de Morningstar, el patrimonio de los «fondos sostenibles» asciende a 11.000 millones de euros, habiéndose producido un incremento de los flujos financieros hacia fondos ESG (que invierten en empresas que se rigen por criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo, por sus siglas en inglés) de los 126.000 millones de 2019 a los 233.000 millones de 2020. Y, en vista de los nuevos esfuerzos a nivel mundial por una reducción de las emisiones, se prevé otro aumento de las cifras en 2022.

Los factores de las inversiones sostenibles

Las agendas políticas mundiales están, en primer lugar, reorientando los flujos de inversiones. De EE. UU. a Europa, las políticas mundiales se mueven cada vez más hacia una economía sostenible, con una descarbonización gradual y el abandono de los combustibles fósiles para conseguir el objetivo de cero emisiones. Y, en línea con estos objetivos, está surgiendo un interés institucional internacional cada vez mayor, especialmente en Europa, por instrumentos como los bonos verdes.

 

La UE no solo ha aprobado el Pacto Verde, aspirando a lograr la «neutralidad de carbono» para 2050, sino que el programa Next Generation EU por valor de 750.000 millones para la reactivación de la economía tras la pandemia prevé que los planes nacionales dediquen al menos el 37% de los fondos a la transición ecológica. También en EE. UU., una de las primeras decisiones del presidente Joe Biden ha sido volver a formar parte de los acuerdos de París, aprobando un ambicioso Nuevo Pacto Verde.

 

Hasta China ha anunciado un giro ecológico. Y, a pesar de que la COP26 de Glasgow concluyó con un compromiso con India sin una fecha clara en cuanto al abandono total del carbón, todas las grandes potencias del planeta se han comprometido a mantener el calentamiento global por debajo de los 1,5 grados.

El compromiso del mundo de las finanzas con la sostenibilidad

No es casual que, justamente con ocasión de la COP26, el mundo de las finanzas, de los bancos y de los inversores se haya comprometido mediante un acuerdo escrito a poner de su parte en la lucha contra el cambio climático.

 

La Glasgow Financial Alliance for Net Zero (Gfanz), lanzada en abril por el Enviado Especial de las Naciones Unidas para la Acción Climática y las Finanzas Mark Carney, cuenta actualmente con la participación de más de 450 empresas y bancos de 54 países, que representan 130 billones de dólares de activos, el 40% de los capitales financieros mundiales.

 

Los participantes se han comprometido a adoptar una serie de directrices para conseguir el objetivo de cero emisiones de carbono para mediados de 2050, aportando hasta 100 billones de dólares de financiación para ayudar a las economías a pasarse a la neutralidad climática.

El papel de las energías renovables

Para la consecución de la neutralidad climática para 2050, ejercen un papel particularmente crucial las inversiones en energías renovables, que están atravesando un momento de rápido crecimiento gracias a las condiciones de mercado favorables y a los progresos tecnológicos.

 

A pesar de la crisis provocada por la pandemia, a nivel mundial en 2020 las inversiones en capacidades de producción de energías renovables crecieron un 2%, mientras que las instalaciones de capacidades renovables aumentaron un 45% respecto a 2019.

Una nueva conciencia

Asimismo, hay que tener en cuenta la nueva sensiblidad hacia las cuestiones de la sostenibilidad por parte de los consumidores y los inversores.

 

Según el Schroders Global Investor Study 2021, investigación anual en la que han participado más de 23.000 personas de 33 países, más de la mitad de los inversores está dispuesto a hacerse a la idea de una cartera de inversión totalmente sostenible. Apreciando las inversiones sostenibles por sus implicaciones en la sociedad y por sus implicaciones en el ambiente. Afirmado encontrarlas atractivas por el perfil de rendimiento que pueden ofrecer.

 

Un dato interesante es que los inversores más jóvenes parecen ser los más conscientes del potencial de rendimiento que pueden generar las inversiones ESG: el 54% de la franja entre los 18-37 años las considera interesantes por su perfil de rendimiento, frente al 42% de la franja de los 38-51 años y el 38% de los mayores de 51 años.

 

La investigación «Finanzas sostenibles en tiempos de crisis: la percepción de los ahorradores», ofrece otros datos que confirman el interés de los inversores. De la investigación se desprende que casi la mitad de los ahorradores ha modificado o está modificando de manera sustancial sus costumbres financieras a raíz de la emergencia sanitaria. Y las inversiones sostenibles juegan un papel cada vez más importante, habiendo declarado el 82% de los ahorradores que, de cara a sus decisiones de inversión, los criterios ESG son muy importantes o bastante importantes.

Y eso no es todo. El 77% de los ahorradores conoce los productos financieros sostenibles y el 18% ya los ha escogido, pudiendo comprobar su idoneidad. De estos, el 35% ha aumentado la cuota de inversiones sostenibles a raíz de la pandemia, mientras que el 57% piensa hacerlo en el futuro.

 

La pandemia también ha contribuido a aumentar la atención a los asuntos sociales. Y lo interesante es que el 44% de los entrevistados considera que dar mayor peso a la sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza empresarial, de entre todos los criterios por los que se rigen las decisiones estratégicas de las empresas, puede contribuir a una recuperación más rápida.