La seguridad alimentaria se puede definir como el acceso garantizado a una cantidad suficiente de alimentos asequibles y nutritivos.
Según el departamento de Agricultura de Estados Unidos, el cambio climático contribuirá al empeoramiento de la seguridad alimentaria mundial. Esta institución norteamericana prevé que el riesgo será mayor en las regiones tropicales. En cambio, a corto plazo, algunas regiones exportadoras de latitudes altas podrían beneficiarse del cambio climático. Estas previsiones apuntan a que el planeta se enfrenta a un desafío importante que pone en riesgo el abastecimiento de comida a medio y largo plazo, afectando especialmente a algunas regiones económicamente subdesarrolladas.
En Europa la seguridad alimentaria está garantizada, pero la Unión Europea pronostica que otros fenómenos pueden empeorar la situación actual: el crecimiento demográfico, la globalización, la escasez de recursos y energía, la disminución de la productividad agrícola, la volatilidad de los precios, la modificación de las tendencias dietéticas, las nuevas tecnologías y la aparición de resistencia a los antimicrobianos.
Empresas que actúan para garantizar la seguridad alimentaria
En el ámbito privado, muchas empresas biotecnológicas y del sector agroalimentario aportan soluciones que contribuyen a reducir la deforestación o la contaminación del agua, para así mermar el impacto de su actividad. Con estas iniciativas buscan mejorar la sostenibilidad del sector y adaptarlo al nuevo escenario climático al que nos dirigimos. Veamos alguna de ellas:
- Novonesis se basa en “biosoluciones” para atajar la contaminación del agua en las explotaciones agrícolas y garantizar el abastecimiento. Esta empresa danesa utiliza microbios y enzimas en alimentos, bebidas y agricultura. Las biosoluciones ayudan a la sostenibilidad del proceso alimentario, desde los cultivos hasta los hogares. Desde la mejora de las plantaciones para que estas tengan una mejor resistencia a la sequía, a la optimización en las plantas de procesamiento de alimentos.
- Compass Group se ha comprometido a proteger las materias primas que provocan deforestación de origen directo para 2025. Según cálculos de la propia compañía, más del 75% de la cosecha mundial de soja se destina a la alimentación del ganado, por lo que la gran mayoría de este cultivo está directamente relacionado con la capacidad de producción de carne. Compass compensa su huella contaminante con créditos de soja sostenible RTRS para igualar sus volúmenes de compra de soja procedente de zonas en riesgo de deforestación. Estos créditos benefician a explotaciones de países seleccionados que practican una agricultura sostenible certificada y les ayudan a tener un impacto social y medioambiental positivo. Se trata de una forma de garantizar la sostenibilidad en la producción de esta materia prima, que es fundamental para la ganadería a nivel mundial.
- Ecolab apuesta por ayudar a las empresas agroalimentarias en el ahorro de agua implantando sistemas que reduzcan su consumo de agua. Naciones Unidas prevé que en 2025 1.800 millones de personas vivirán en países o regiones con escasez absoluta de agua. Con el escenario de cambio climático existente, casi la mitad de la población mundial vivirá en zonas con un alto grado de estrés hídrico. La escasez de agua en un futuro puede encarecer este bien fundamental para el sector. Así, el ahorro en las explotaciones agrícolas mejorará su viabilidad.
- Givaudan se ha centrado, entre otras áreas, en la fermentación y en los cultivos de células animales y vegetales por la oportunidad que ofrecen de crear compuestos sin dañar el medio ambiente.
- Hydroponic Africa ofrece soluciones hidropónicas (método para cultivar plantas usando disoluciones minerales en vez de suelo agrícola). Esta empresa de origen keniata ha fusionado tecnologías hidropónicas y de respuesta inteligente para producir una solución nutritiva que no utiliza tierra ni energía.
Además, el consumo de agua se puede reducir hasta un 80% con el uso de esta novedosa tecnología. Se trata de una solución para aumentar el rendimiento de los cultivos en espacios limitados. Además, aumenta la resiliencia de las explotaciones agrícolas frente al cambio climático, lo que permite a los agricultores cultivar en condiciones más adversas.
- General Mills se ha comprometido a impulsar la agricultura regenerativa en, al menos, un millón de hectáreas de tierras de cultivo para 2030. La empresa estadounidense ha lanzado una serie de programas piloto para estudiar los retos específicos de cada cultivo y región a los que se enfrentan los agricultores y encontrar así soluciones adaptadas y más efectivas.
Estas son solo algunas de las soluciones que el mundo empresarial aporta a uno de los principales desafíos de las próximas décadas. El gran reto que hay por delante y el potencial de estas compañías hacen que estas hayan ganado atractivo para muchos inversores, algunos de ellos apostando por ellas a través de fondos de inversión temáticos sobre nutrición.