El desarrollo de la automatización, la inteligencia artificial (IA) y la robótica están transformando las industrias en todo el mundo. Esta evolución tecnológica no sólo está cambiando la forma de producir bienes y servicios, sino que también está reconfigurando el panorama económico mundial.
A la hora de comprender el impacto de la automatización industrial, es importante examinar la dinámica que se produce entre diversos factores. Estos van desde los mercados de trabajo hasta los salarios, y entenderlos ayuda a comprender las posibles ramificaciones para las economías de todo el mundo.
En esencia, la automatización es la utilización de la tecnología para realizar tareas sin intervención humana. Esta tecnología abarca desde simples procedimientos automatizados en la fabricación, donde la maquinaria se encarga de tareas rutinarias, hasta sofisticados sistemas que emplean inteligencia artificial (IA) para tareas más complejas. El espectro de las tecnologías automatizadas ha experimentado una gran transformación y, como consecuencia, muchas industrias han experimentado a su vez un impacto considerable.
En el sector manufacturero, la automatización ha revolucionado las líneas de producción, aumentando la eficiencia y la precisión; en finanzas, los algoritmos automatizados gestionan cálculos y transacciones complejas; el sector salud se beneficia de procesos automatizados en el diagnóstico y el tratamiento; y en el transporte, la automatización ha redefinido la logística.
Ventajas de la automatización
La automatización aporta muchas ventajas a diversas industrias, como el aumento de la productividad. Las máquinas pueden realizar tareas de forma rápida y constante sin cansarse. Esto se traduce en un aumento de la producción y, en la mayoría de los casos, en un ahorro de costes, ya que las empresas pueden producir más unidades a un menor precio por unidad.
Además, la automatización mejora la precisión y la exactitud. Como resultado, se reducen los errores que pueden producirse con el trabajo manual. También favorece un entorno de trabajo más seguro si se delega a máquinas o programas la realización de las tareas más peligrosas, lo que permite a los trabajadores centrarse en aspectos más complejos y creativos de su trabajo. Esto fomenta la innovación y la satisfacción laboral
En general, la automatización agiliza las operaciones y allana el camino para el crecimiento económico, la mejora de la calidad del producto y un entorno de trabajo más atractivo.
Costes y retos de la automatización en el mercado de trabajo
Aunque es innegable que la automatización presenta muchas ventajas, su implantación no está exenta de dificultades. Una gran preocupación gira en torno a la posible pérdida de puestos de trabajo. Esto es especialmente cierto en sectores en los que las tareas rutinarias pueden ser ejecutadas eficientemente por máquinas. Este desplazamiento de puestos de trabajo no sólo contribuye al desempleo, sino que también introduce problemas de desigualdad salarial para los afortunados que conservan su puesto.
Los costes iniciales de instalación de la automatización pueden suponer un obstáculo importante, especialmente para las pequeñas empresas que tienen dificultades para costearse la nueva tecnología.
Impacto de la automatización en el empleo y la falacia ludita
Como ya hemos apuntado, existe una gran preocupación que gira en torno a la pérdida de puestos de trabajo que pueden producir los procesos de automatización. Existe la creencia, conocida como falacia ludita, de que a medida que mejora la tecnología desaparecen puestos de trabajo y el aumento de la productividad que implica la automatización generará mayor pobreza social.
Sin embargo, los datos revelan una historia diferente: según un informe del Foro Económico Mundial, aunque un porcentaje considerable de empresas prevén la desaparición de puestos de trabajo en sus organizaciones, estos serán compensados por el crecimiento del empleo en otras áreas, dando lugar a un resultado neto positivo. Principalmente, se espera que se produzca un aumento del empleo en las industrias dedicadas a desarrollar, mantener y hacer avanzar las tecnologías de automatización pero, de manera directa e indirecta, desafortunadamente afectará a muchos sectores de la economía.
Así por ejemplo, un estudio elaborado por Accenture revela que hasta el 21% de los puestos de trabajo existentes en la actualidad en España (y el 23% en México) correrían el riesgo de ser automatizados en los próximos años.
A qué sectores afectará más la automatización
En base al mismo informe, vemos que los sectores de la economía que se verían más afectados por la automatización son el de las aplicaciones y software y la banca, en los que hasta un 33% de los trabajos son susceptibles de ser automatizados. A estos les siguen los mercados de capitales (30%), los seguros (29%) y la distribución minorista (28%).
En el lado contrario de la clasificación, la industria química (18%), la explotación de recursos naturales (17%) y el de bienes de consumo (12%) serían los menos afectados por este fenómeno.
En resumen, la automatización está transformando las industrias a nivel global, con cierto impacto en algunos sectores. Aunque plantea desafíos como la pérdida de empleo, se espera un crecimiento neto positivo en el empleo. Adaptarse a la automatización es crucial para aprovechar sus beneficios y abordar los desafíos asociados.