Inteligencia artificial: tipos, crecimiento y potencial

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Presente y futuro. La Inteligencia Artificial (IA) es una tecnología que ya se explota ampliamente y que tiene un potencial infinito. A menudo y por ahora, sin embargo, el debate sobre ella se polariza entre escenarios distópicos y un entusiasmo excesivo. Antes de entender cuáles son las perspectivas, incluidas las financieras, conviene por tanto repasar los distintos tipos de IA, entre otras cosas para comprender en qué punto nos encontramos.

De la IA débil a la super IA

La Inteligencia Artificial se clasifica en tres tipos, que se distinguen por sus capacidades y su grado de complejidad.

La Inteligencia Artificial Estrecha (ANI – Artificial Narrow Ontelligence) también conocida como IA débil es capaz de analizar una amplia gama de parámetros y una enorme cantidad de datos. Sin embargo, sigue siendo "estrecha" porque sólo es capaz de realizar las tareas específicas para las que ha sido programada. Parece inteligente, pero no lo es: sigue siendo un ejecutante, por extraordinario que sea. Puede tener cierta autonomía, pero carece de conciencia. Sin embargo, la definición no debe inducir a error: el ANI es suficiente para alcanzar un alto nivel. Para demostrarlo, baste decir que las aplicaciones de IA actualmente disponibles son todas "estrechas": asistentes digitales, softwares de reconocimiento facial, coches autoconducidos, chatbots, hasta aplicaciones, como ChatGPT, capaces de crear contenidos a partir de un conjunto de datos, dando la ilusión de conversar con un humano.

Los otros dos tipos son, hasta la fecha, potenciales. En el siguiente peldaño se encuentra la Inteligencia Artificial General (AGI – Artificial General Intelligence), que opera de forma indistinguible a la inteligencia humana, realizando tareas amplias y, sobre todo, comprendiéndolas.

Por último, está la Super Inteligencia Artificial (ASI – Artificial Super Intelligence). Es el tipo, aún lejos de ser una realidad, con el potencial y los riesgos más delicados. La razón es sencilla: como su nombre indica, se trata de una IA capaz de superar a la inteligencia humana, combinando la capacidad de análisis con la consciencia y la autonomía.

 

Posibles perspectivas

La IA tiene aplicaciones potenciales en muchísimos ámbitos. Hoy en día, tanto en términos de evolución tecnológica como de impacto económico, nos encontramos en las primeras etapas. Según un análisis de MarketsToMarkets, el mercado global de la IA tendrá un valor de 150.000 millones de dólares a finales de 2023. Superará los 1300.000 millones de dólares en 2030, con un crecimiento medio anual del 36,8%.

Entre los muchos sectores en los que la IA tendrá un gran impacto, el Observatorio de la IA del Politécnico de Milán señala seis áreas;

  • sanidad y medicina
  • finanzas y seguros
  • pensamiento de diseño o design thinking
  • dispositivos conectados
  • comercio electrónico y minorista
  • ciberseguridad y privacidad

El Observatorio define las aplicaciones en el ámbito sanitario como "las más interesantes" porque son capaces de aportar "numerosos beneficios", como realizar diagnósticos a partir de los datos clínicos de los pacientes, ayudar a los médicos a tomar decisiones más rápidamente y personalizar los tratamientos.

La IA se fusiona con el mundo financiero y asegurador en las fintech e insurtech. "El sector más activo", explica el Observatorio, "es el de la banca, las finanzas y los seguros, debido a la posibilidad de conocer en mayor profundidad a sus clientes y al objetivo de garantizarles un servicio dirigido y coherente con su perfil de riesgo".

El pensamiento de diseño o design thinking es la capacidad de resolver problemas complejos de forma creativa. En este campo, la Inteligencia Artificial apoya a los humanos mediante el análisis de datos.

El uso de la IA también está cada vez más presente en el internet de la cosas: los dispositivos conectados, gracias al aprendizaje automático, aprenden los gustos y preferencias de los usuarios, interactuando de forma cada vez más personalizada.

Los sistemas de recomendación ya desempeñan un papel decisivo en el comercio electrónico. En las tiendas físicas, por su parte, el Observatorio menciona "probadores equipados con pantallas táctiles transparentes, que proporcionan a los clientes la información que necesitan en tiempo real y, una vez comprendidas sus preferencias, les muestran productos acordes con sus intereses".

En el ámbito de la ciberseguridad y la privacidad, la IA debería "garantizar una mayor eficacia en el proceso de defensa de los usuarios y sus datos". De hecho, las capacidades de IA se utilizan "para detectar y prevenir anomalías en el tráfico de red y para analizar y correlacionar grandes cantidades de datos procedentes de diferentes fuentes, con el objetivo de identificar amenazas y acelerar el tiempo de respuesta".

La IA está teniendo un fuerte impacto en el negocio de empresas de todo tipo de sectores y se considera que esta tecnología permitirá optimizar sus operaciones al 95% de las compañías españolas, según un estudio de Microsoft elaborado por EY.