En un lapso de tiempo comprendido entre el año 2000 y la actualidad, se ha producido una evolución tecnológica sin precedentes. Pero ¿qué innovaciones han tenido, o están destinadas a tener, el mayor impacto e importancia en nuestras vidas?
Bluetooth
Revelada en los años 90, la tecnología Bluetooth empezó a funcionar a principios de la década de 2000. Hoy es parte integrante de nuestra vida cotidiana: un puente invisible que permite a los dispositivos comunicarse incluso en ausencia de conexión a Internet. Una tecnología que ha evolucionado con los años, permitiendo la proliferación de accesorios inalámbricos y dispositivos wearables. Últimamente, la tecnología Bluetooth también ha dado lugar a aplicaciones que habrían sido inimaginables en el año 2000, como las aplicaciones de seguimiento contra COVID-19.
Wikipedia
La mayor enciclopedia del mundo nació en 2001. Ofrece de forma gratuita más de 60 millones de artículos en 329 idiomas redactados de manera colaborativa por voluntarios de todo el mundo. Sólo sobrevive gracias a las donaciones de una entidad sin ánimo de lucro.
Skype
Durante el confinamiento de 2020, fue una de las plataformas que nos permitió estar conectados aunque, ante la creciente competencia, no fue la más utilizada. Sin embargo, Skype merece un reconocimiento por ser el primer servicio alternativo al teléfono y capaz de permitir a usuarios de distintos países o continentes conversar cara a cara de forma gratuita. Una revolución que fue diseñada en 2003.
No fue ni la primera ni la última red social, pero sin duda se encuentra, aún hoy, entre las más transversales y extendidas. Facebook se lanzó en 2004, se puede decir que ha cambiado Internet, la percepción de los usuarios, la forma de comunicarnos, de vender y de hacer publicidad. Y aunque los más jóvenes se orienten hacia otras plataformas, como Instagram, TikTok o la más reciente BeReal, la primera red social de Mark Zuckerberg sigue siendo la más usada a nivel mundial.
YouTube
YouTube no es sólo una plataforma para compartir videos fundada en 2005. YouTube ha sido el ariete que ha permitido el afianzamiento de dos tendencias: el vídeo se ha convertido en el formato imperante del nuevo milenio y los contenidos generados por los usuarios en una forma de expresión capaz de revolucionar todo el sistema mediático. Todo empezó con "Yo en el zoo": el primer vídeo subido que filmó a uno de los fundadores de la plataforma frente al recinto de los elefantes.
Google Maps
Google Maps, como muchas innovaciones tecnológicas de esta lista, representa un punto y aparte en un camino en evolución. Ciertamente, el servicio de Google lanzado en 2005 ha cambiado para siempre la forma de consultar un mapa y, más en general, de elegir cómo desplazarse; desde entonces han llegado competidores y otras aplicaciones dedicadas a la movilidad, pero Maps no deja de evolucionar, integrando nuevas funciones y nuevas tecnologías, como aumentos de realidad o soluciones de enrutamiento para reducir las emisiones.
Smartphones
Puede parecer obvio, pero los smartphones desempeñan un papel tan central en nuestra existencia que a veces olvidamos lo recientes que son. El primer smartphone con resonancia mundial fue el iPhone, lanzado por Apple en 2007. La pantalla táctil (otro invento de este dicenio) empezó a deslizarse bajo los dedos de millones, y luego miles de millones de personas. Y pensar que al principio algunos competidores se burlaban de Steve Jobs: "¿Quién compraría un teléfono sin teclado?".
Libro electrónico
Aunque la comunidad lectora está dividida en dos, los lectores de libros electrónicos han entrado ya en los hogares de muchas personas, amantes de los libros o no. Por supuesto, los libros de papel siguen siendo muy queridos y comprados, pero tener una versión digital de ellos es ahora la norma, ya que es más barato y práctico para llevar a todas partes. Sin embargo, sólo han pasado 13 años desde que Amazon lanzara Kindle, el primer libro electrónico del mundo, en 2007.
Bitcoin
Los bitcoins no se han convertido en esa moneda electrónica alternativa a las tradicionales que imaginó Satoshi Nakamoto. Lo cierto es que ha abierto un nuevo frente, incitando incluso a particulares y bancos centrales a explorar el mundo de las criptodivisas (más o menos cripto, más o menos descentralizadas). Por no hablar de blockchain, la infraestructura sobre la que se sustenta Bitcoin, que se está declinando en cientos de posibles aplicaciones, mucho más allá del ámbito financiero.
Asistentes digitales
Son la interfaz más popular entre los usuarios y la Inteligencia Artificial (IA): los asistentes digitales responden cada vez con más naturalidad a las entradas humanas. El primero, Siri de Apple, llegó en 2011. Desde entonces, los comandos de voz han salido de los smartphones y han aterrizado (potencialmente) en todas partes, desde los hogares hasta los coches.
Conducción autónoma
La conducción autónoma tiene muchos matices y es, en cierto modo, más un proceso que una tecnología. En los libros de historia, sin embargo, habrá muy probablemente una fecha: agosto de 2012. Google anuncia que su vehículo totalmente autónomo ha recorrido 300.000 millas en carreteras urbanas sin un solo accidente. Aunque las aplicaciones de conducción asistida ya son habituales, el camino hacia los coches sin conductor aún es largo. Todavía hay que perfeccionar la tecnología e integrarla en un nuevo sistema de infraestructuras y normativas.
Cohetes reutilizables
Entre noviembre y diciembre de 2015, dos empresas privadas (Blue Origin y SpaceX) lograron enviar un cohete a órbita y aterrizarlo. Un hito en la reducción de costes. Es el inicio de una nueva carrera espacial (privada), en la que SpaceX, en particular, se ha convertido en un socio sólido de la NASA.
3G, 4G y 5G
Tres generaciones de redes en poco más de dos décadas, cada una de las cuales representa no sólo la llegada de conexiones más rápidas y eficientes, sino también el apoyo a la digitalización de productos y servicios. Sin la evolución de las redes no habría (o sería diferente) economía de las apps, redes sociales, streaming, IoT. Y con el 5G, el potencial de desarrollo sólo puede imaginarse.
Plataformas de streaming
Una de las áreas indisolublemente ligadas a la calidad de las conexiones es el streaming. Para tener una colección de películas y series de televisión en casa, ya no hacen falta casetes o DVD, sino ni siquiera descargarlas. ¿Quién se acuerda de las tiendas Blockbuster? Se acabó, ahora sólo hay que pagar una suscripción y el contenido está siempre disponible online y, si se quiere, sin conexión. Netflix fue el precursor, fundado en 1997 y llegó a España en 2015, seguido de Apple, Amazon y Disney. Pero las conexiones también permiten el streaming en directo, con el ejemplo de Dazn que es el servicio líder de streaming de deportes a nivel mundial. Impensable si nos fijamos en la calidad media de una conexión hace unos años.
La nube
La nube es otro ejemplo de innovación que, aunque no tiene fecha exacta de difusión, abarca de lleno este periodo de veinte años, con una aceleración prodigiosa en los últimos. Es la piedra angular de muchos procesos de digitalización: ha dado un vuelco a las organizaciones empresariales, ha reducido las barreras de entrada en muchos sectores y ha cambiado el uso de los servicios online.
Realidad virtual y aumentada
Se habla de ella desde hace más de dos décadas, pero no ha sido hasta los últimos años cuando, impulsada por la adopción de grandes empresas y soluciones cada vez más baratas, la realidad aumentada y virtual han empezado a ganar tracción (también comercial). Del entretenimiento a la logística, las aplicaciones basadas en estas tecnologías son infinitas, hasta el punto de construir un "nuevo mundo": el Metaverso.
Sistemas biométricos
Otra categoría que no puede decirse que haya nacido en estos veinte años, pero que sin duda ha proliferado en este periodo es la de los sistemas de reconocimiento biométrico. El punto de inflexión se produjo con la llegada de sistemas como el escaneo de huellas dactilares y el reconocimiento facial a los smartphones, con una aceleración a partir de 2017, gracias a las funciones que ofrecía el iPhone X. Las soluciones basadas en sistemas biométricos, sin embargo, deben ser tratadas con cautela: si no van acompañadas de privacidad y ciberseguridad, conllevan riesgos de vigilancia masiva.
Pago por móvil
Entre las muchas innovaciones que permite el uso de smartphones está sin duda la de los pagos digitales. El teléfono se convierte también en monedero, permitiendo pagar la factura directamente en la caja, pero también transferir dinero de un dispositivo a otro. La gestión financiera se vuelve cada vez más inmediata y desmaterializada. Además de ofrecer la posibilidad de tener las tarjetas en formato virtual en el monedero del smartphone, los bancos han creado aplicaciones cada vez más útiles y eficaces; otras empresas o start-ups, por su parte, han diseñado aplicaciones especiales para los pagos digitales (PayPal o Satispay, entre otras).
Informática cuántica
Las raíces están plantadas en el siglo pasado y aún estamos en fase embrionaria, pero la computación cuántica empieza a dar los primeros resultados importantes. En octubre de 2019, Google anunció que había logrado la "supremacía cuántica": un procesador que obedece a las leyes de la mecánica cuántica fue capaz de realizar una tarea considerada imposible para los ordenadores tradicionales.
Inteligencia Artificial (IA)
Otro ámbito que ha crecido considerablemente, ampliando sus campos de aplicación y perfeccionando sus prestaciones, es la Inteligencia Artificial. Gracias a las técnicas de aprendizaje automático, las IA más avanzadas son capaces de perfeccionarse y "aprender" de su experiencia. De hecho, se ha llegado a hablar de sentimientos de IA tras las declaraciones de un empleado de Google. En este ámbito, la última innovación es el GPT3 de OpenAI, un programa de escritura basado en IA que utiliza el aprendizaje profundo para producir textos en un lenguaje muy similar al humano.