La energía mareomotriz es aquella que se origina a partir de las corrientes generadas por las mareas. Teniendo en cuenta que España dispone de 8.000 kilómetros de costa, podemos deducir que nuestro país puede llegar a convertirse en referente de la producción de este tipo de energía renovable.
Sin embargo, el desarrollo de la maquinaria que produce este tipo de energía limpia es muy costoso y complicado: los océanos son demasiado profundos como para colocar las turbinas bajo el mar. Es por ello que se debe apostar por turbinas que flotan en la superficie del agua.
El caso del Mar del Norte es distinto. En el camino que podemos trazar desde Escocia hasta Noruega encontramos anclados bajo el agua gigantescos aerogeneradores que proveen de energía limpia al noroeste europeo. El proceso de construcción de dichas turbinas es el siguiente: se les da forma en tierra y luego son remolcadas y perforadas en el fondo marino, a profundidades de hasta 60 metros.
Sin embargo, esta no es la tónica habitual que encontramos en los océanos de nuestro planeta, los cuales ofrecen una profundidad bastante mayor que las zonas más elevadas del Mar del Norte, un área que produce el 82% de la capacidad eólica marina de todo el mundo. Además, se trata de una energía muy cara, ya que han de tenerse en cuenta las características del lecho marino en el que se anclan las turbinas y poder satisfacer sus necesidades.
Energía mareomotriz en España
En julio de 2011 se inauguraba en el municipio de Mutriku, Guipúzcoa, la que es, hoy en día, la mayor central mareomotriz de España. Cuenta con una potencia total instalada de 296 kW y su puesta en marcha fue posible gracias a una inversión de 2,3 millones de euros.
Esta planta de energía consta de 16 turbinas que producen una energía limpia que abastece el consumo entero de un año de hasta 600 personas. Uno de los principales hitos de esta central en España ocurrió en 2020: llegó a alcanzar una energía acumulada de 2.000.000 kWh.
En comparación con otra energía limpia, mientras una turbina de Mutriku produce 37,5 MWh al año, una turbina de energía eólica produce 6 MWh al año. A pesar de que una turbina mareomotriz/undimotriz implica mayor inversión que un aerogenerador, la energía mareomotriz/undimotriz no sólo es capaz de una mayor generación, sino que suple carencias que otras energías renovables presentan, como la continuidad en la generación.
Para este año 2023 se espera que Valencia comience el desarrollo de una nueva central de energía mareomotriz. Esta contará con un generador de energía eléctrica que se nutrirá del poder de las olas para llegar a producir hasta 130.000 kW al año.
¿Cuál es el futuro de la energía mareomotriz?
Solo el 7% de la capacidad mundial de energía eólica está en plena alta mar. La instalación de turbinas flotantes podría aumentar significativamente la cifra. El primer sistema de este tipo se instaló frente a las costas italianas en 2007. Este sistema de turbina flotante no requería la perforación del lecho marino, sino que se situaba sobre el agua mediante anclas. Un tipo de estructura que es fácilmente imitable, ya que la superficie del mar es, en todos casos, exactamente igual.
La tecnología de turbinas flotantes no es para nada nueva. Desde 1970 se lleva investigando en este sentido: la Universidad de Massachusetts fue pionera, encontrándose con la enorme complejidad que suponía el demostrar que dicha tecnología podía aguantar las fuertes olas durante largos períodos de tiempo.
Es el caso de Italia, curiosamente estas turbinas flotantes no eran sino una mera prueba piloto para probar la eficacia de las mismas. De hecho, fueron desmanteladas a los seis meses. Sin embargo, esto propició que una petrolera noruega llamada Equinor desarrollara Hywind, el primer parque eólico flotante comercial en el Mar del Norte dos años después. Una vez probada su eficacia, nuevos proyectos similares han surgido en Europa, como el desarrollado frente a las costas de Portugal.
Más proyectos de futuro: la empresa de construcción más grande de los EE. UU., Bechtel, lanzó un proyecto piloto de energía eólica marina en el Reino Unido. Y la compañía General Motors es el mayor inversor de una empresa emergente noruega llamada Wind Catching Systems. El trabajo de dicha compañía está centrado en aplicar turbinas pequeñas en sentido vertical para así poder tener una gigante para que, de este modo, una sola plataforma ocupe la mitad que la de una turbina tradicional. La gran cantidad de motores pequeños que pueden ser mantenidos in situ, reduce los costos, además de que generan mucha más potencia.
Desde Pictet Asset Management, apostamos por la energía renovable para contribuir a la consecución de los ODS de Naciones Unidas. El incremento del consumo energético, el rápido crecimiento de la población y la expansión económica de mercados emergentes significan que la demanda de energía seguirá aumentando durante mucho tiempo.