En marzo del presente año, la comunidad científica presentó el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC), un informe que desvela algunas de las claves más importantes a la hora de afrontar la situación tan delicada por la que atraviesa nuestro planeta. Seguidamente, Greenpeace hizo un resumen detallado de todo lo relevante sobre este informe clave para el futuro de la Tierra.
La comunidad científica se muestra optimista, pero con reservas
En el IPCC la comunidad científica internacional desvela que aún queda optimismo, pero señala que cada día surgen más dificultades. Para revertir el cambio climático se necesitan medidas urgentes en todos los sectores y a todas las escalas. Además, marca un período de tiempo clave: de aquí a 2030 toda acción para impedir que el cambio climático aumente repercutirá en el futuro del planeta durante miles de años.
El informe valora las decisiones que se han tomado en los últimos años y avisa de que todavía se pueden conseguir los objetivos establecidos en el Acuerdo de París aprobado en 2015. No obstante, subraya la necesidad de tomar acciones transformadoras para que, por ejemplo, no sobrepasemos el límite de calentamiento medio del planeta más de 1,5ºC.
Si nos centramos en España, cada grado que aumente la temperatura media global supondrá una subida todavía mayor en el territorio español, sobre todo en el interior del país. De este modo, se convierte en una de las zonas más afectadas por el cambio climático, si bien las medidas todavía pueden evitarlo.
Otro de los puntos alude a la reducción a la mitad de las emisiones globales en todo el mundo de aquí a siete años, con el fin de llegar a las cero emisiones de CO₂ para 2050. Asimismo, a partir de ese año se deberán mantener emisiones netas negativas de CO₂. Una de las maneras efectivas de lograr este objetivo es que la captura y almacenamiento del CO₂ sea superior a las emisiones.
2020-2030, una década decisiva para revertir el cambio climático
En este último punto aún hay mucho en lo que trabajar e investigar. En el IPCC se asegura que el despliegue a gran escala de la captura y almacenamiento de CO₂ todavía no está probado y no se debe depender de dicha tecnología. En su lugar, habría que dar prioridad a los proyectos de descarbonización temprana.
De acuerdo con el IPCC, las dos claves para lograr el objetivo son la energía solar y la energía eólica. Ambas ya permiten la descarbonización a través del uso de la electricidad generada por dichas fuentes en determinados sectores industriales, un proceso que ha sido posible con mucha más rapidez de lo que se vaticinaba. Asimismo, también son necesarios proyectos de reforestación y protección de nuestros bosques, así como cualquier plan que permita aumentar la eficiencia energética.
Hasta el 2050, todas las medidas para paliar el cambio climático podrían reducir las emisiones de gases de efecto invernadero entre 40% y 70%. El informe hace hincapié explícitamente en una con gran potencial: la transición hacia dietas basadas en alimentos de origen vegetal, dado que la ganadería industrial es una de las principales fuentes de gases de efecto invernadero.
Otra de las medidas propuestas pasa por limitar el empleo de las infraestructuras de combustibles fósiles para retirarlas progresivamente y, en su lugar, apoyar las fuentes de energías solar y eólica con programas de reciclaje laboral para asegurar empleo de calidad.
Por último, otra de las claves presentada por el IPCC hace referencia al desequilibrio que existe en materia de financiación: actualmente es muy superior la que se destina, tanto de manera privada como pública, a los combustibles fósiles que la dirigida a mitigar sus consecuencias.
Revertir el cambio climático y lograr emisiones cero solo se consigue a través de leyes y políticas reales y de la cooperación entre los distintos países. Invertir de manera consciente en acciones comprometidas con el medioambiente es clave para lograr un planeta verde entre todos.