Finanzas conductuales, qué son y 5 sesgos más comunes

Guía de finanzas
Cuando la parte emocional sobrepasa a la racional, es ahí cuando se comete el error de tomar decisiones que pueden hacer cambiar los objetivos de inversión a largo plazo.
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Qué son

Las finanzas conductuales son una mezcla de economía, finanzas y psicología y estudian precisamente la forma en la que funciona el cerebro humano a la hora de elegir cómo, en qué y cuando invertir. Esta ciencia parte de la tesis de que las personas no son completamente racionales y los mercados no son completamente eficientes y pretende investigar las pautas de comportamiento social e individual.

Sesgos

Conocer los sesgos que intervienen en estas decisiones ayuda a evitar errores que pueden tener un impacto considerable en nuestra salud financiera. Entre los errores más comunes que pueden alterar nuestros resultados de inversión se encuentran los errores emocionales y cognitivos:

  1. Predisposición al optimismo: pesa más el optimismo que el realismo. Decisiones impulsivas en detrimento de sus planes a largo plazo y la evaluación de los rendimientos de la cartera en un periodo muy corto de tiempo. Dicho de otra manera, se suele elegir retornos pequeños pero inmediatos, antes que recompensas superiores a más largo plazo.
  2. Exceso de confianza: refleja la tendencia a sobreestimar o exagerar la capacidad de una persona para realizar con éxito una tarea determinada. Es uno de los sesgos más peligrosos a la hora de invertir, ya que nos lleva a pensar que sabemos más de lo que en realidad sabemos.
  3. Anclaje: se tiende a dar mayor peso a la información que tenemos en un primer momento que a la que contradice a la primera. Se trata de un sesgo irracional hacia un punto de referencia arbitrario. Por lo tanto, este punto de referencia distorsiona las decisiones de los participantes del mercado sobre un valor, como cuándo vender la inversión.
  4. Aversión a la pérdida: creemos que las pérdidas pesan más que las ganancias.  En general, nos preocupamos más de evitar las pérdidas que de hacer ganancias.
  5. Influencia externa o efecto rebaño: nos dejamos influenciar por lo que hacen los demás y esto aplica en todos los ámbitos de la vida cotidiana. En lo relacionado a las finanzas, consiste en comprar cuando la mayoría compra o vender cuando la mayoría vende sin basarnos en datos, análisis o evidencias.

Aun así, parece que el inversor español ha aprendido a pensar detenidamente en momentos complicados según el informe naranja “Comportamiento de los inversores españoles ante los movimientos del mercado” que publicó ING y el “Análisis del comportamiento de los inversores minoristas en los mercados financieros durante la crisis del COVID-19” de la CNMV.

Cómo manejar mejor estos prejuicios a la hora de invertir

El primer paso es ser consciente de la existencia de los sesgos cognitivos y de cómo funcionan. Posteriormente, puede ser útil contar con el apoyo de un asesor a la hora de elegir las inversiones, de modo que se pueda realizar una evaluación imparcial y lúcida para encontrar la mejor solución de inversión posible en función de nuestras necesidades, apetito de riesgo y objetivos.