El aumento de la temperatura con respecto a la época preindustrial es uno de los parámetros utilizados para "medir" el cambio climático. Pero, ¿por qué y qué nos dice esta cifra?
Desde el Acuerdo de París, la comunidad internacional ha tomado la temperatura global como principal parámetro de referencia del cambio climático. El objetivo era que no aumentara más de 1,5 grados respecto a la época preindustrial. Acuerdos posteriores han fijado también otros objetivos, pero el calentamiento de la Tierra sigue siendo el parámetro principal; un aumento aparentemente pequeño basta para desencadenar consecuencias devastadoras.
¿Por qué es un problema el aumento de la temperatura?
El problema climático no sólo está relacionado con el aumento de la temperatura, sino también con su ritmo de incremento. Hoy en día, según la Comisión Europea, "el calentamiento global inducido por el hombre está aumentando a un ritmo de 0,2 grados por década". El Centro Regional de Información de las Naciones Unidas confirmó que 2023 fue el año más caluroso del que se tiene constancia y que el aumento de un grado y medio con respecto a la época preindustrial se está acercando.
En cierto modo, ya se ha superado el punto de no retorno, pero sigue siendo urgente frenar este crecimiento para amortiguar las consecuencias, como explica la Comisión de la UE: "Un aumento de dos grados por encima de la temperatura de la era preindustrial, se asocia a graves repercusiones negativas sobre el entorno natural y la salud y el bienestar humanos, incluido un riesgo mucho mayor de cambios peligrosos y potencialmente catastróficos en el medio ambiente mundial".
El "dominó" de la temperatura
Naciones Unidas explicó cuáles son las piezas de este dominó medioambiental, empezando por las emisiones de gases de efecto invernadero, siguiendo por el aumento de las temperaturas y tocando los mares, la biodiversidad, la salud, la alimentación y las migraciones.
- Fenómenos extremos:el aumento de las temperaturas, explica la ONU, provoca "días más bochornosos", que favorecen las "enfermedades relacionadas con el calor". El aumento de la humedad "acentúa las precipitaciones extremas y las inundaciones, provocando tormentas cada vez más devastadoras". Las tormentas tropicales, los ciclones y los huracanes - influidos por el calentamiento de las aguas superficiales de los océanos - también son cada vez más frecuentes y se expanden más allá de su perímetro tradicional, causando "enormes pérdidas humanas y económicas".
- Incendios y sequías: el calentamiento global somete a las zonas vulnerables a estrés hídrico. Las sequías favorecen la propagación de incendios y provocan "tormentas de arena capaces de trasladar miles de millones de toneladas de polvo de un continente a otro", con graves consecuencias para el sector agrícola.
- Océanos y niveles de agua: los océanos son gigantescos "termorreguladores" del planeta, porque absorben el calor. El aumento de las temperaturas a un ritmo cada vez mayor amenaza con romper este equilibrio. Los mares se calientan y ya no pueden cumplir su función. Además, el deshielo y el aumento del volumen de agua provocan la subida del nivel del mar. Esto supone, según la ONU, "una amenaza real para las comunidades costeras e insulares". La absorción de dióxido de carbono también hace que los océanos sean más ácidos, poniendo en peligro las especies marinas y los arrecifes de coral.
- Pesca y agricultura: la reacción en cadena también afecta a la producción de alimentos: "La pesca, la producción agrícola y la ganadería podrían desaparecer o volverse menos productivas".
- Especies en peligro: "Los incendios forestales, las condiciones meteorológicas extremas, las plagas y las enfermedades son algunas de las muchas amenazas relacionadas con el cambio climático", explica la ONU. Miles de especies están en peligro. "Algunas podrán desplazarse y sobrevivir, otras no. Y este desplazamiento potencial también afecta a los humanos.
- Migraciones climáticas: las inundaciones y la desertificación podrían reducir a la pobreza a poblaciones enteras o hacer inhabitables algunas zonas, desencadenando migraciones masivas hacia países más ricos y protegidos del clima. El panorama podría empeorar, pero ya es una realidad: la ONU calcula que 23,1 millones de personas al año abandonaron sus hogares por motivos relacionados con el clima entre 2010 y 2019.
En resumen, el aumento de la temperatura con respecto a la época preindustrial es un indicador crítico del cambio climático. Este incremento desencadena una serie de eventos extremos, amenaza la salud humana, la biodiversidad y la producción de alimentos, y provoca migraciones masivas. Es urgente tomar medidas para frenar este aumento y garantizar un futuro sostenible para todos. Al destinar recursos a compañías comprometidas con la mitigación del cambio climático, la conservación de los recursos naturales y la transición hacia una economía más verde, podemos impulsar un futuro más resiliente y equilibrado para nuestro planeta y las generaciones venideras.