En los últimos años, debido al ciclo inflacionista provocado, entre otros factores, por los problemas en la cadena de suministros y la invasión rusa de Ucrania, hemos visto encarecerse la gran mayoría de productos y servicios. Pero hay excepciones a esta subida generalizada, pero con truco, ya que algunas empresas han optado por reducir el contenido de sus productos manteniendo el precio. A esta inflación encubierta se la conoce como “reduflación” y no infringe ninguna ley. Te contamos en qué consiste.
El concepto se atribuye a la economista estadounidense de origen británico Philippa "Pippa" Malmgren, experta en geopolítica y economía tecnológica, y asesora en su momento de presidentes como George W. Bush y Barack Obama. Ella la bautizó como “shrinkflation" (reduflación en español), combinando el término inflación con el verbo “shrink" (encoger). En su libro Signals: How Everyday Signs Can Help Us Navigate the World's Turbulent Economy, Malmgren la definió en términos muy sencillos e intuitivos: "Hablamos de reduflación cuando un producto reduce su tamaño, su cantidad o el número de unidades vendidas en el mismo envase sin reducción de precio. Es dar menos por lo mismo".
Como se puede presuponer, la principal víctima de esta práctica es la economía de muchos hogares, porque repercute en sus ingresos y afecta sobre todo a productos de consumo frecuente, como los alimentos envasados. Esta práctica de "contracción" interesada del volumen de producto vendido por el mismo precio se ha hecho muy común en periodos de alta inflación, como el que estamos atravesando. Esto se debe a que los consumidores son muy reacios a aceptar subidas explícitas de precios, pero en cambio tienden a aceptar pasivamente reducciones de volumen, tamaño o cantidad que no implican un cambio de precio, incluso si estos cambios son visibles a simple vista.
Según un estudio elaborado por Ipsos, empresa de investigación de mercados, el 54% de los consumidores en España afirma haber notado una reducción del tamaño de los productos, a la vez que el precio de estos se mantenía. Esta cifra es ocho puntos porcentuales superior a la media mundial. Los aperitivos, pan, pasta, arroz, dulces y comida precocinada, son los productos donde más se ha notado la reduflación.
De la misma manera, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) constató hace un par de años, cuando empezó el ciclo inflacionista, reducciones entre el 5% y el 10% en un 7% de los productos de productos de supermercado analizados.
Iniciativas para frenar la reduflación
La popularización de esta práctica por parte de muchas empresas ha hecho saltar las alarmas en Francia. El ejecutivo galo anunció el año pasado que las compañías deben informar de los productos en los que se haya aplicado la reduflación. Fue a finales de 2023 cuando el país vecino anunció un proyecto de ley a la Comisión Europea que obliga a informar al consumidor final de los casos en los que se mantiene el precio de un producto a la vez que se reduce el contenido del mismo.
En caso de ser aprobada, los distribuidores deberán informar de esta reducción en una etiqueta o directamente en el embalaje. De momento, es el único gobierno que ha planteado medidas contra este fenómeno.
El anuncio de esta medida, a inicios de 2023, impulsó la toma de medidas por parte de algunas empresas. Entre ellas, la principal cadena de distribución en Francia, Carrefour, que decidió etiquetar alrededor de 30 productos que han utilizado la reduflación para mejorar márgenes de ventas. Aunque hay que decir que la empresa gala no ha replicado esta medida en otros países.
Reduflación (shrinkflation) y greedflation, diferencias
En el ciclo inflacionista actual, se han publicado infinidad de artículos tratando las prácticas llevadas a cabo por empresas y al término que hemos analizado, reduflación, se une el de greedflation, que se puede traducir como inflación avariciosa.
La greedflation, que combina la palabra “greed” (avaricia) con inflación, es un término basado en la teoría que defiende que el aumento de precios por parte de las empresas no se justifica por el aumento de los costes de producción, sino que estas incrementan de más los precios para mejorar sus márgenes de beneficio. Es decir, mientras que la reduflación hace referencia a la reducción del contenido de los productos a la venta, la inflación avariciosa se refiere al aumento no justificado de los precios excusándose en la coyuntura inflacionista actual.