Trampa de liquidez, qué es y cuándo se desencadena

Existe un escenario económico y financiero en el que los recursos a disposición de los operadores "se quedan parados". Y ni siquiera los bancos centrales pueden moverse. Así es como funciona.

Existe un escenario en el que la economía se paraliza. Se denomina trampa de liquidez y se produce cuando los agentes económicos, condicionados por unas expectativas de futuro negativas y unos tipos bajos, deciden retener el dinero en lugar de invertirlo.

Cuando se desencadena la trampa, la política monetaria, habiendo agotado los instrumentos convencionales a su disposición, agota su capacidad de influir en la economía. Pero veamos, con más detalle, cuáles son los mecanismos que rigen este escenario.

Keynes y la liquidez

El mecanismo de la trampa de la liquidez fue expuesto por primera vez por John Maynard Keynes a raíz del Crack del 29, en uno de los ensayos más influyentes de la historia de la economía: "Teoría general del empleo, el interés y el dinero". En el capítulo 15, titulado "Los incentivos psicológicos y comerciales a la liquidez", Keynes define la teoría de la "preferencia por la liquidez", que subyace a la trampa. Y que, como se desprende del título del capítulo, implica no sólo factores económicos, sino también psicológicos. 

¿Cómo funciona la trampa de la liquidez?

En condiciones normales, los bancos centrales reducen los tipos para estimular la demanda de dinero, con el objetivo de impulsar los préstamos y la inversión. En esencia, los tipos bajos pretenden ser un apoyo para la actividad financiera y, por ende, para la economía real.

Sin embargo, cuando los tipos caen por debajo de un nivel crítico (cercano a cero), las empresas y los hogares, según Keynes, prefieren acumular liquidez en lugar de invertir. Esto sucede porque los agentes económicos esperan una futura subida de los tipos. Por tanto, esperan a comprar títulos de nueva emisión más rentables y confían en evitar las pérdidas de capital (porque cuando los tipos suben, el crédito de la cartera pierde valor). Y aquí es donde se desencadena la trampa. 

Cuándo se desencadena la trampa

La trampa se produce cuando la "preferencia por la liquidez" va acompañada de unas expectativas de futuro débiles y una capacidad de intervención reducida de los bancos centrales. Si los tipos están cerca o en cero y la demanda de bienes y servicios sigue siendo baja, significa que la política monetaria ya no dispone de herramientas convencionales para influir. En otras palabras, se rompe la cadena que debería vincular la bajada de los tipos con el aumento de la inversión, la producción y los precios.

El estancamiento financiero "racional" (esperan tipos futuros más altos) combinado con el factor psicológico (las expectativas futuras son débiles) conducen al círculo vicioso más clásico: al retener la liquidez, se participa activamente en la temida desaceleración económica. Una especie de "profecía autocumplida".

Cómo salir de la trampa

Actualmente nos encontramos en un periodo de subida de tipos. Podríamos llamarlo, más exactamente, una fase de "normalización", tras años de política monetaria extremadamente expansiva. Durante años, de hecho, hasta la pandemia y el retorno de la inflación, Europa se encontró en un escenario trampa. Tipos cero, subida leve de los precios y crecimiento débil. En esencia, los instrumentos convencionales ya no eran suficientes, hasta el punto de que el BCE, pero también la Fed al otro lado del Atlántico, se vieron empujados a lanzar un programa de quantitative easing más amplio.