Estar corto o estar largo”: es posible que haya oído estos términos antes, pero ¿qué son las posiciones largas o cortas? Se trata de dos conceptos importantes que debemos conocer.
Posición corta: ¿qué significa?
“Estar corto” o “ponerse corto", significa vender. También hablamos de "venta en corto" porque a menudo nos referimos a operaciones financieras que consisten en vender un activo subyacente que no es propiedad directa del vendedor, sino que se toma prestado contra el pago de una suma de dinero, apostando a que el mercado bajará con la intención de obtener un beneficio. A continuación, se vende el activo subyacente prestado para volver a comprarlo a un precio inferior en una fecha posterior y devolverlo al prestamista.
Se trata de operaciones especulativas, que apuestan por la caída de un determinado valor, orientadas a un horizonte temporal a muy corto plazo. Por ejemplo, si prevé que una investigación antimonopolio sobre una empresa afectará al precio de las acciones, provocando su caída, puede vender en corto y ponerse corto. Se piden prestadas las acciones, se venden y luego se vuelven a comprar a un precio más bajo para devolvérselas al prestamista.
Definición de posición larga
“Estar largo” significa comprar el activo, en este caso apostando por que el precio de mercado subirá. El objetivo de la compra es venderlo a un precio más alto.
Por ejemplo, si se espera que el precio de las acciones de una empresa suba tras el anuncio de un cambio en la cúpula directiva, del que ya se ha hecho eco la prensa, se puede ir largo comprando las acciones y vendiéndolas posteriormente a un precio más alto para obtener un beneficio.
Un ejemplo práctico de posición larga y corta
Tomando como ejemplo el mercado de divisas, ir en corto en el tipo de cambio eurodólar significa vender euros comprando dólares estadounidenses, apostando así por una apreciación del dólar frente a la moneda única con la expectativa de una caída del valor del euro. La visión del mercado del operador será bajista.
Por el contrario, ir en largo en el tipo de cambio eurodólar significa comprar euros vendiendo dólares estadounidenses, apostando en este caso por un aumento del valor del euro. Entonces tendrá una visión alcista del mercado.
Al posicionarnos tanto en largo como en corto, si la predicción que hace es correcta, obtendrá beneficios. Por el contrario, si el mercado toma una dirección opuesta a la predicción, sufrirá pérdidas.
Pros y contras de cada estrategia
Ir en corto permite beneficiarse no sólo de los mercados alcistas, sino también de los mercados bajistas. Por ejemplo, si analizando el mercado del petróleo esperamos que el precio baje, podemos esperar de forma tradicional a que el precio baje para comprarlo a un precio más alto, o podemos actuar ahora e invertir a la baja. En este caso, sin embargo, si vendemos en corto, la venta a un precio más alto precede a la compra.
Gracias al aumento de las operaciones de trading online y a productos como los CFD (contratos por diferencia, contratos en los que se intercambia valor en función de la variación del valor del activo subyacente), los traders también tienen la opción de ponerse cortos en muchos mercados, incluso sin tener que tomar prestado el activo en el mercado subyacente.
Otra ventaja de ir en corto es la velocidad con la que se mueve el mercado cuando baja. Cuando la posición corta va en la dirección correcta, los beneficios pueden aumentar muy rápidamente. Sin embargo, por la misma razón, la estrategia puede conllevar grandes riesgos, ya que el valor de la acción puede cambiar bruscamente y subir, provocando pérdidas. Por lo general, las subidas en el mercado se producen más lentamente que las caídas, pero uno siempre debe evaluar su apetito por el riesgo antes de abrir posiciones cortas.
La venta en largo, en cambio, es menos arriesgada, por lo que es adecuada para inversores con menor apetito por el riesgo. Pero, como decíamos, las revalorizaciones en los mercados suelen ser más lentas y no dan ganancias en poco tiempo como las posiciones cortas.