¿Cómo invertir en oro?

Guía de finanzas
En un entorno de tipos negativos, el oro es cada vez más apreciado. Existen varias formas de invertir en el metal precioso.

El metal precioso no deja de seducir a los inversores. En 2019, el precio de la onza subió un 17,5%. La tendencia se ha difundido aún más a principios de año, dado que las incertidumbres en cuanto a los efectos de la crisis vinculada al coronavirus pesan en los mercados. Es ahora cuando está jugando plenamente su papel de valor refugio.

El metal amarillo figura en un buen puesto dentro de la estrategia de muchos ahorradores. Por otra parte, la mayoría de los especialistas recomienda invertir en él entre el 5 y el 10% de nuestros activos financieros. Evidentemente, cuando se compra en su forma física, debe guardarse en un lugar seguro, lo cual supone un gasto para sus posesores, ya que es necesario alquilar una caja fuerte en el banco, o contratar los servicios de una empresa especializada. En lo que a la tributación se refiere, el oro en España tributa como cualquier otro activo financiero, i.e. se grava con la tarifa de impuesto aplicable a las ganancias patrimoniales, como en la venta una acción o un fondo.

Un activo tangible y anticíclico

Pero estos dos inconvenientes del oro físico quedan compensados por varias ventajas significativas:

El oro es anticíclico

En cuanto se producen grandes turbulencias en los mercados (sobre todo a la baja) o durante periodos de gran volatilidad, su precio sube. En septiembre de 2008, en la semana siguiente a la quiebra del banco Lehman Brothers, ¡subió un 18%!

El oro es un activo tangible

En tiempos de crisis, muchos inversores se agarran a la posibilidad de poseer algo que no sean títulos, dado que estos últimos pueden perder rápidamente una gran parte de su valor.

El oro presenta un rendimiento nulo, pero no negativo

Hasta ahora, muchos inversores despreciaban el oro porque representaba el arquetipo de inversión durmiente: ¡guardado en una caja fuerte no aporta ningún beneficio! Ahora que los bonos del Estado a 10 años ofrecen rendimientos negativos, la cosa cambia. Actualmente, el hecho de invertir en estos bonos ya no aporta nada al ahorrador, ya que su coste es igual a sus beneficios. En este contexto, es preferible recurrir al oro, que no aportará ningún beneficio, pero tampoco tiene un coste.

Existen otras formas de inversión

En caso de tenencia física, mejor evitar el lingote, que pesa un kilo, cuesta actualmente más de 45.000 euros y a veces es difícil de revender. Las piezas en bruto y los lingotillos (de entre 5 y 100 gramos, por ejemplo) encontrarán comprador más fácilmente.

También existen otras formas de invertir en el oro. Los ETF (exchange traded funds) son fondos de inversión cotizados en bolsa que reproducen exactamente la cotización del oro. Ventaja que presentan: con ellos no es necesario poseer físicamente oro. Algunas entidades que los distribuyen vinculan estos ETF a reservas de oro físico conservadas en sus cajas fuertes; otras, no. Es mejor optar por la primera categoría. También es mejor optar por ETF denominados en euros para no exponerse al riesgo de tipo de cambio.

Las acciones de empresas auríferas constituyen otra opción de inversión. Estas empresas prosperan cuando el precio del oro sube, y el sector se encuentra en plena consolidación, lo que deja margen adicional para una subida de las cotizaciones. Además, estas empresas reparten dividendos. Se puede invertir directamente en las acciones de las compañías mineras, o escoger un fondo que se encargue de seleccionar los valores.

En conclusión

Como valor refugio por excelencia, el oro sube en los periodos de incertidumbre. Incluso si no aporta ningún beneficio, tampoco provoca pérdidas de dinero a los inversores a diferencia de los bonos, que actualmente registran tipos negativos. El oro físico no es la única manera de invertir: los ahorradores también pueden optar por ETF o fondos especializados.

La información y los datos presentados en este documento no deberán considerarse como una oferta o una incitación para comprar, vender o suscribir títulos u otros instrumentos o servicios financieros.Antes de tomar una decisión de inversión, se recomienda a todo inversor que verifique si la inversión en cuestión es apropiada, teniendo en cuenta en particular sus conocimientos y su experiencia en materia financiera, sus objetivos de inversión y su situación financiera, o que obtenga asesoramiento profesional cualificado. El valor y la renta de cualquiera de los títulos o instrumentos financieros mencionados en este documento puede aumentar o disminuir y es posible que los inversores recuperen un importe inferior al que invirtieron originalmente.