La agenda medioambiental y la consecución de los objetivos climáticos están generando nuevas aliadas energéticas en el sector de las renovables. Hablamos de fuentes o procesos que buscan hacerse un hueco en este camino hacia la transición energética global y que, al menos por el momento, no están en el radar de muchas compañías o inversores.
Y es que, en un momento de tendencia a la electrificación de las sociedades, parece que la búsqueda de la mejor fuente energética sostenible todavía sigue vigente.
Nuevas oportunidades en el sector de las renovables
Aunque todos conocemos diversas fuentes de energías limpias, tales como la solar, la eólica o la hidráulica, entre otras, algunos estudios científicos han puesto de manifiesto que todavía hay nuevas opciones de generación de energías renovables por surgir. Eso sí, o bien están en fases muy preliminares, o bien todavía no se han podido desarrollar.
—> Huc, la enzima que convierte el aire en electricidad
Aunque la energía eólica, generada con el movimiento del aire, sea conocida por la mayoría de la población cuando hablamos de energías limpias, lo cierto es que en esta ocasión hablamos de una enzima que convierte el aire en energía. Es una nueva fuente energética que ha descubierto un equipo de investigación en Australia, dirigido por el Dr. Rhys Grinter. Según se ha hecho eco la revista Nature, una publicación referencia del mundo científico, se trata de una enzima llamada Huc, extraída de una bacteria apodada Mycobacterium smegmatis.
Esta enzima es capaz de utilizar las bajas cantidades de hidrógeno gaseoso de la atmósfera para crear una corriente eléctrica. Huc no solo es una enzima útil en esta lucha por las energías limpias, sino que es “extraordinariamente eficiente”. A diferencia de todas las demás enzimas y de otros catalizadores químicos, Huc consume hidrógeno por debajo de los niveles atmosféricos, tan solo el 0,00005% que respiramos.
Los expertos consideran que su descubrimiento tiene potencial de cara a desarrollar, por ejemplo, pequeños dispositivos impulsados por aire. Además, los investigadores resaltan que las bacterias que producen enzimas como Huc son comunes y se pueden cultivar en grandes cantidades. En palabras del Dr. Grinter, una vez que produzcamos Huc en cantidades suficientes, “el cielo es literalmente el límite para producir energía limpia”.
—> Caminar para generar electricidad
En una fase ya más avanzada que la enzima Huc tenemos la energía del movimiento, también conocida como cinética. ¿Te imaginas aprovechar tus movimientos para calentar un edificio? Lejos de ser solo un sueño, es una tecnología que han sabido aprovechar por ejemplo en la Estación Central de Estocolmo. Los pasos de los viajeros sobre el pavimento generan energía limpia y suministran calefacción al edificio. Es un aprovechamiento energético que se basa en la instalación de suelos especialmente diseñados para convertir la energía cinética de los pasos en electricidad.
Eso sí, la estación sueca no ha sido la única en darse cuenta del potencial de esta energía verde. Ya hay compañías que incluso la comercializan y edificios que la usan en lugares tan animados como discotecas en Japón y en Holanda. Resulta que sus luces se iluminan gracias a los animados bailes de sus clientes.
—> Las gotas de lluvia en los tejados generan energía
¿Te imaginas saber que una buena tormenta puede generar electricidad en tu casa? Aunque definitivamente este tipo de fuente energética no es la más adaptada al clima soleado español, sí que existen zonas geográficas en el mundo que pueden beneficiarse de ver llover a través de sus ventanas.
Esa parece ser la idea que ha tenido un grupo de científicos chinos de la Universidad Tsinghua con la invención de unos paneles que permiten capturar la energía de las gotas de lluvia. Zong Li, profesor de la Universidad Tsinghua, destaca que este dispositivo nanogenerador triboeléctrico (TENG por sus siglas en inglés) es capaz de recolectar con éxito energía de las gotas de lluvia mediante una tecnología de electrificación por contacto líquido-sólido.
Sin embargo, los propios investigadores de estas tecnologías destacan que, aunque estos D-TENG tengan una alta potencia de salida instantánea, generar energía continua a los equipos de alto consumo puede ser un desafío.
—> El furor por la luz de medusas y luciérnagas
Otra de las fuentes energéticas más llamativas de este listado es la apodada como “bioluminiscencia”. Es un fenómeno que podemos apreciar en la naturaleza, en organismos tan dispares como medusas, luciérnagas, bacterias y en más del 80% de los organismos marinos. Se trata de un tipo de luz de baja intensidad generada a través de la reacción química entre proteínas, como si de una medusa estuviéramos hablando. Todo esto es gracias a las investigaciones acerca de la bacteria luminiscente Aliivibrio fischeri.
Y aunque todavía no se ha implementado la técnica derivada de la luminiscencia de una forma masiva, lo cierto es que existen compañías francesas que ya la usan para iluminar algunas calles de París.
La IA juega un papel fundamental: tendencias y claves de la ola verde
Pero además de estas nuevas fuentes verdes, existen en la actualidad claves tecnológicas que también definen el mercado de las energías.
Hablamos de la digitalización del sector de las renovables, a través de herramientas como el Internet de las Cosas (IoT) o la aplicación de la Inteligencia Digital (IA). En el caso del IoT, nos referimos a los sensores y dispositivos que permiten supervisar de manera remota la generación y el consumo de energía. Ya si nos adentramos en el mundo de la IA generativa, es importante tener en cuenta que esta nueva herramienta posee algoritmos que permiten hacer predicciones y optimizar la generación energética.
Otro punto esencial en el sector es el desarrollo de energías renovables descentralizadas y el de las nuevas tecnologías para almacenar energía, esencial para garantizar un suministro constante y estable de energía renovable, que tiende a cierta inestabilidad. Hablamos de baterías de alto rendimiento como las de iones de litio.
Eso sí, cuando nos referimos a la tecnología aplicada a las energías renovables no podemos dejar de lado a la tecnología blockchain, una cadena que no solo sirve para comprar y vender criptomonedas, sino que tiene el potencial de revolucionar la forma en que se comercializa y se distribuyen las energías renovables.