Podría parecer que unos tipos de interés al alza, una inflación en aumento y un crecimiento mediocre no son las condiciones más idóneas para invertir. Sin embargo, para la deuda privada –que concede préstamos directamente a las empresas– el clima es más favorable de lo que parece a primera vista.
Al realizar un análisis de las rentabilidades de las inversiones abarcando los ciclos económicos de los últimos 20 años, se corrobora nuestra tesis. Las estrategias de préstamos directos lanzadas en épocas de dificultades económicas –lo que se conoce como estrategias que inician su inversión “en el ciclo”– han generado rentabilidades superiores a la media (véase la fig. 1).
Existen varias razones por las que esto ha sido así.
En primer lugar, cuando los bancos centrales suben los tipos de interés y la economía se desacelera, los inversores descubren que pueden conceder préstamos con tipos de interés más altos.
En segundo lugar, cuando las condiciones para la concesión de créditos se vuelven más restrictivas, las empresas responden reforzando sus balances –lo cual, en última instancia, reduce los riesgos para los prestamistas.
En tercer lugar, los préstamos concedidos durante periodos de incertidumbre económica suelen incorporar mayores protecciones para los prestamistas.
Condiciones más estrictas, sectores defensivos
Todos estos factores son aplicables en la actualidad.
Para empezar, los tipos ofrecidos a los inversores efectivamente han subido. Los rendimientos de los préstamos europeos actualmente se sitúan por encima del 12%, frente al 7% del año pasado por estas fechas.
Esto se debe principalmente a que los préstamos privados suelen ser a tipo variable, con un cupón en efectivo que suele reajustarse cada 30 a 90 días –una característica valiosa en un momento en que es probable que los tipos básicos europeos se mantengan más altos durante más tiempo.
En segundo lugar, las empresas que solicitan préstamos directos son –por lo general– más disciplinadas desde el punto de vista financiero de lo que lo han sido históricamente.
Actualmente, en Europa hay muchas empresas que operan con balances relativamente conservadores o con múltiplos deuda-EBITDA (beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortizaciones) de unas 2-3 veces. Esto supone una notable mejora con respecto a lo que estaban acostumbrados los prestamistas directos.
Antes del inicio del actual ciclo de subidas de tipos de interés, no era raro ver fondos de deuda privada que concedían préstamos a empresas con unos ratios deuda-EBITDA de hasta 7 veces.
Esto indica que la próxima oleada de refinanciaciones en Europa debería ofrecer a los nuevos prestamistas la oportunidad de recapitalizar empresas fundamentalmente sólidas y con balances conservadores, con un nivel de rendimiento más atractivo y favorable para los prestamistas. El hecho de que en los próximos tres años vayan a vencer unos 27.000 millones de EUR de préstamos europeos debería brindar un impulso adicional a las inversiones iniciadas en 2023 y 2024Datos de Pitchbook basados en el índice Morningstar European Leveraged Loan a 31/03/2023. . En último término, esto hace que los préstamos directos constituyan una propuesta mucho más defendible ahora que hace 24 o incluso 12 meses.
Rentabilidades de los préstamos directos “en el ciclo” frente a media a largo plazo
PERÍODOS EN EL CICLO | DIFERENCIAL (TIR MENOS TIPO BÁSICO) | DIFERENCIAL MEDIO 2000-2021 (EXCL. CICLOS) | RENTABILIDAD SUPERIOR RELATIVA DE INVERSIONES INICIALES EN EL CICLO |
---|---|---|---|
2000-2002 | 7.9% | 7.7% | +0.2% |
2008-2010 | 8.8% | 7.7% | +1.0% |
2020-2021 | 9.0% | 7.7% | +1.3% |
Datos correspondientes a fondos de préstamos directos sénior garantizados de mercados desarrollados. Fuente: Preqin, Bloomberg, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 01/01/2000 y el 31/12/2021.
Por último, las condiciones en las que se conceden los préstamos también se están volviendo más favorables. A diferencia de años anteriores, las empresas ya no disponen de la opción fácil de recurrir a los bancos para que les concedan préstamos con escasas exigencias en cuanto a garantíasPréstamos sin garantías de mantenimiento. .
Esto se debe a que los bancos comerciales europeos han estado reduciendo la concesión de préstamos. Según datos del Banco Central Europeo, las condiciones para la concesión de créditos se están endureciendo al ritmo más rápido desde la crisis de la deuda soberana de 2011 y, en el primer trimestre de este año, se rechazaron alrededor del 15% de las solicitudes de préstamos corporativos –una cifra récord.
Lo cual significa que muchas empresas no tienen más remedio que aceptar las condiciones mucho más estrictas exigidas por los fondos de deuda privada.
Entre ellas se incluyen normas más estrictas en cuanto a los niveles aceptables de endeudamiento financiero y gasto, así como garantías más exigentes. Todas ellas están diseñadas para aumentar el grado de protección de los acreedores pero también, en último término, para ayudar a las empresas a desarrollar modelos de negocio sólidos y sostenibles.
Con el fortalecimiento de la protección de los prestamistas, la mejora de la calidad crediticia de los prestatarios y unos precios de los préstamos cada vez más favorables, creemos que las oportunidades que ofrecen los préstamos directos son más atractivas ahora de lo que lo han sido en muchos años.
Es en parte por estas razones que la Unidad de Estrategia de Pictet AM ha destacado la deuda privada como una de las oportunidades de inversión más prometedoras durante los próximos cinco años, con unas rentabilidades medias previstas cercanas al doble dígito en Europa –bastante por encima de lo que ofrece el crédito “high yield” tanto en términos absolutos como sobre una base ajustada al riesgo (haga clic aquí para acceder a nuestro Secular Outlook).
Sin “bagaje previo”: un impulso para los fondos que invierten por primera vez
Para los inversores que asignan capital a estrategias de deuda privada en el año en el que efectúan su primera inversión, las rentabilidades potenciales son aún mayores.
Las primeras inversiones suelen concentrar las actividades de préstamo en nuevos sectores especializados que ofrecen más oportunidades. (En Pictet, vemos una especialización de este tipo entre las pequeñas y medianas empresas europeas sin patrocinadores, que a menudo los fondos tradicionales de deuda privada pasan por alto en favor de operaciones más grandes respaldadas por “private equity”).
Además, al empezar de cero tras un periodo de dos años en el que se han registrado fuertes subidas de los tipos de interés, dichas inversiones iniciales no tienen que lidiar con deudores que tengan dificultades para hacer frente a los costes de financiación más elevados. Esto contrasta con con las grandes carteras de préstamos directos anteriores que, dado el ritmo al que los bancos centrales han endurecido la política monetaria, inevitablemente contendrán activos en dificultades.
Debido a que los gestores de carteras de préstamos tienen que dedicar mucho tiempo a resolver estos problemas, disponen de menos tiempo para dedicarse a la originación y la selección –dos aspectos cruciales para el éxito de la inversión a largo plazo.
Teniendo en cuenta nuestra condición de fondo que invierte por primera vez y estos factores impulsores favorables, creemos que Pictet European Direct Lending I goza de una situación inmejorable para aprovechar las oportunidades que ofrece el mercado actual y generar rentabilidades ajustadas al riesgo atractivas.
Préstamos directos europeos en Pictet
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Enfoque especializado
Pequeñas empresas europeas, a menudo propiedad de sus fundadores y sin patrocinador (EBITDA de 5-15 millones de EUR) con balances conservadores y estructuras de capital sólidas.
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Experiencia en el ciclo
Equipo de inversión consolidado con experiencia en originación y estructuración a lo largo de todo el ciclo, incluso durante periodos de tensión económica.
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Riesgo bajo control
Diversificado entre distintos países y sectores, con especial atención tanto a industrias de beta baja y flujos de efectivo elevados como a operaciones estructuradas para maximizar la protección frente a la disminución de valor.