Asignación de activos: del aterrizaje suave al no aterrizaje
Hasta hace poco, los mercados estaban convencidos de que EE.UU. entraría en recesión en algún momento de este año, arrastrando consigo al resto del mundo. A día de hoy, el desenlace más probable es que no se produzca una recesión, ni siquiera un aterrizaje suave. Más bien, la situación más probable es que la economía continúe avanzando a buen ritmo, interrumpido tan solo por una moderada desaceleración pasajera (véase la fig. 2).
En este contexto, esperamos que la rentabilidad de la renta variable sea superior a la de la renta fija, por lo que seguimos sobreponderados en renta variable y neutrales en renta fija. Nos mantenemos infraponderados en liquidez mientras se pone en marcha el ciclo de relajación monetaria mundial, aunque todo apunta a que la Reserva Federal de EE.UU. irá a la zaga de los demás bancos centrales de los mercados desarrollados.
Obviamente, esta visión optimista no está exenta de riesgos. Las elecciones estadounidenses de finales de este año podrían causar importantes turbulencias, dado que Donald Trump va muy igualado en las encuestas con el actual presidente, Joe Biden. Es más, algunos economistas están incluso empezando a preocuparse por la posibilidad de que EE.UU. necesite más subidas de tipos para mitigar la generosidad fiscal, mientras que otros piensan que aún es posible que se produzca un aterrizaje brusco fortuito. Conviene tenerlo en cuenta, dado que el 80% de los activos cotizan actualmente por encima de su tendencia histórica –debido a la fortaleza del apetito de riesgo.
Nuestros indicadores del ciclo económico envían señales positivas para los mercados emergentes y Australia, lo que inclina la balanza a favor de una revisión al alza de nuestra puntuación mundial. Los mercados emergentes, sobre todo China, se sitúan a la vanguardia del ciclo de relajación tras su rapidez en endurecer sus políticas ante el repunte inflacionista posterior a la pandemia de COVID-19. Esto favorecerá el crecimiento. Las economías desarrolladas muestran unos resultados económicos más moderados, pero la zona euro y el Reino Unido están registrando una mejora de la actividad.
Por ahora, nuestras señales son neutrales para la economía estadounidense. Creemos que la economía se ralentizará y que su tasa de crecimiento de en torno al 3% bajará a cerca del 1% para, posteriormente, volver a recuperarse y aproximarse a su potencial a finales de año. Gran parte de esta debilidad temporal se deberá a que el consumo de servicios volverá a situarse en unos niveles más normales, la renta real disponible está creciendo a la mitad de su ritmo potencial y el crecimiento de los créditos al consumo también se está ralentizando. Esperamos que la inflación disminuya hasta el 3,5% de aquí a finales de año, obligando a la Fed a mantener los tipos altos durante más tiempo, aunque esto no excluye la posibilidad de que se produzcan recortes de los tipos de interés como medida preventiva.
Nuestros indicadores de liquidez muestran divergencias en las políticas de los bancos centrales. La Fed se inclina por recortar los tipos y parece dispuesta a disminuir el endurecimiento cuantitativo, pero sigue estando condicionada por el enquistamiento de la inflación. Los diagramas de puntos de la Fed –las proyecciones del banco central sobre los tipos de interés– indican entre uno y dos recortes de un cuarto de punto este año. Prevemos que, cuando finalmente recorte, se producirá un repunte de la financiación privada con el consiguiente riesgo de reactivación de la inflación.
Los bancos centrales europeos están trazando sus propias sendas de relajación: el suizo y el sueco ya se han puesto en marcha y ahora el Banco Central Europeo está dispuesto a unirse a ellos. Esperamos que el BCE recorte el doble que la Fed en este ciclo de relajación. China ha empezado a relajar gradualmente su política monetaria, mientras que las economías de Latinoamérica y Europa del Este ya están empezando a beneficiarse de la relajación de las suyas.
Tasa de cambio del indicador adelantado mundial de Pictet AM, %
Fuente: CEIC, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 01/04/2022 y el 01/04/2024.
Nuestros indicadores de valoración muestran que la renta variable estadounidense cotiza a unos múltiplos amplios, pero no extremos, de 20,5 veces los beneficios tras la buena rentabilidad continuada del mercado. Nuestros indicadores de burbujas tampoco muestran señales de alarma. El hecho de que otros mercados de renta variable estén convergiendo, en términos de valoración, con EE.UU. y de que los beneficios hayan sido sólidos, ha llevado a los analistas a revisar al alza sus previsiones.
La valoración del “US Treasury” a 10 años está en consonancia con nuestra estimación del valor razonable. Los “US Treasuries” protegidos frente a la inflación siguen siendo un buen depósito de valor, mientras que la deuda pública británica también parece atractiva dado el tono conciliador del Banco de Inglaterra. Los precios del oro y del cobre están tensos por encima de sus fundamentales.
Nuestros indicadores técnicos muestran que el sentimiento de riesgo es sólidamente alcista. El ritmo de crecimiento de la renta variable es fuerte en todos los mercados principales salvo Japón, y los indicadores de confianza de los inversores estadounidenses vuelven a ser elevados, aunque no especialmente tensos. Las posiciones en futuros del S&P 500 se encuentran en la parte alta de su horquilla histórica. Los bonos japoneses están tácticamente sobrevendidos. Las posiciones largas en oro y cobre están tensas.
Regiones y sectores de renta variable: la tecnología no lo es todo
Los fabricantes de chips y las plataformas de redes sociales están viéndose desplazados. Existe otro sector de renta variable cuya rentabilidad está mejorando rápidamente y compite por un puesto en lo más alto de la tabla de clasificación bursátil. Los títulos de “utilities” disfrutan por fin de un fuerte ritmo de crecimiento y, dado lo poco apreciados que han sido hasta hace poco, sus valoraciones siguen siendo atractivas. El sector cotiza a un ratio precio-beneficio a 12 meses vista de 14,5 veces, frente a las 17,5 veces del índice MSCI All Country World (véase la fig. 3).
El inminente incremento de la demanda de electricidad debería resultar positivo para las previsiones de beneficios. La tendencia hacia las cero emisiones netas provocará una preferencia mundial por los automóviles y los sistemas de calefacción eléctricos. Al mismo tiempo, el auge de la inteligencia artificial y los dispositivos conectados está generando un creciente volumen de datos, lo cual aumenta la necesidad de contar con unos centros de datos que requieren cada vez más potencia para procesarlos y almacenarlos de forma segura.
Por todas estas razones, hemos elevado el sector de “utilities” a sobreponderado. La decisión también añade cierto grado de características defensivas a nuestro posicionamiento, lo cual puede ser beneficioso en caso de disminución de la actividad económica.
“Utilities” mundiales frente al conjunto del mercado: variación relativa del ratio precio-beneficio a 12 meses vista
Fuente: IBES, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 01/01/1998 y el 29/05/2024.
Aun así, también esperamos que continúe la buena rentabilidad de la tecnología, tanto en el sector de TI como en el de servicios de comunicación. En nuestra opinión, las tendencias de crecimiento secular justifican las valoraciones actuales pese al reciente deterioro de la dinámica de los beneficios de las grandes tecnológicas (que siguen revisándose al alza, pero no con tanta rapidez como antes). Los servicios de comunicación están recibiendo el impulso adicional de las recompras de acciones, superiores a la media (ascienden a un “rendimiento neto de recompra” del 3,5% frente al 2% del mercado en su conjunto).
Por otra parte, seguimos infraponderados en el sector inmobiliario, que está lidiando con unos tipos de interés reales aún elevados y con las continuas revisiones a la baja de las expectativas de beneficios de los analistas.
En cuanto a las regiones, algunos de los mejores potenciales que observamos se encuentran en otros mercados desarrollados además de EE.UU. como, concretamente, en la zona euro, Suiza y Japón. Los tres ofrecen valoraciones mucho más atractivas que EE.UU. que es, con diferencia, la región más cara de nuestro modelo.
Las perspectivas de la zona euro cuentan con el respaldo de los datos positivos de nuestros indicadores adelantados, mientras que Suiza ofrece tanto una dinámica positiva de los beneficios empresariales como títulos de calidad a un precio más que razonable. Japón debería beneficiarse de las mejoras del gobierno corporativo y de la combinación de su política monetaria, aún expansiva, con la debilidad del yen.
Nos mantenemos neutrales en renta variable emergente, aunque el contexto económico está mejorando a medida que la relajación monetaria da sus frutos y el comercio mundial se recupera. Una mayor debilidad del dólar, si llega a materializarse, podría ser el catalizador de una revisión al alza.
Renta fija y divisas: oportunidades en EE.UU. y el Reino Unido; los JGB, sobrevendidos
Los “US Treasuries” siguen pareciendo atractivos, ya que la economía de EE.UU. se está desacelerando más que las de otros países desarrollados. Ante la persistencia de la inflación, preferimos sobreponderar los bonos estadounidenses protegidos frente a la inflación, cuyos precios son más atractivos. Los bonos ligados a la inflación son un buen depósito de valor, sobre todo porque prevemos que la inflación tardará un poco más en alcanzar el objetivo del 2% de la Fed de lo que creen tanto el mercado como el propio banco central.
Elevamos nuestra postura en deuda pública japonesa (JGB) de infraponderada a neutral. Los JGB se han visto sometidos a presión en los últimos meses debido a la intensificación de las previsiones de un endurecimiento drástico por parte del Banco de Japón. Sin embargo, ahora que el banco central parece adoptar un enfoque más progresivo, esperamos que los rendimientos del JGB inicien el recorrido inverso, sobre todo en un momento en que la economía japonesa está rozando la recesión.
Además, el rendimiento actual de los JGB parece, en términos de cobertura, especialmente atractivo para los inversores extranjeros. El rendimiento de los JGB a 10 años es de en torno al 6,5% con cobertura en dólares, frente al 4,5% de los “US Treasuries” (véase la fig. 4).
Rendimiento cubierto de JGB a 10 años frente a “US Treasuries”
Fuente: Bloomberg, Pictet Asset Management, datos del período comprendido entre el 29/05/2014 y el 29/05/2024. *Coste de cobertura estimado mediante swap de divisas a 3 meses
También estamos sobreponderados en deuda pública británica. El crecimiento económico del Reino Unido sigue siendo débil, lo cual debería dejar margen para un descenso de la inflación y recortes de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra. Esperamos que el total de los recortes ascienda a unos 75 puntos básicos de aquí a finales de año, un escenario más conciliador de lo descontado actualmente por el mercado.
En cuanto al crédito, seguimos sobreponderados en bonos “investment grade” de EE.UU. A pesar de la moderación del crecimiento, las empresas estadounidenses están registrando unos sólidos beneficios, unos márgenes resistentes y un bajo apalancamiento, lo cual mantendrá las tasas de incumplimiento por debajo de las medias históricas. Para los inversores en renta, el crédito estadounidense de alta calidad ofrece un rendimiento más atractivo que los títulos de alto dividendo.
En los mercados de divisas, seguimos sobreponderando el yen japonés porque ofrece la valoración más atractiva de nuestra puntuación monetaria.
El yen será probablemente la divisa que más se beneficie de la debilidad del dólar una vez que la Fed empiece a recortar los tipos de interés a medida que avance el año. El yen también ofrece cobertura en caso de que la economía mundial dé un giro negativo inesperado.
Infraponderamos el franco suizo. Puede que sus fundamentales a largo plazo sean atractivos, pero la postura conciliadora del Banco Nacional Suizo apunta a una mayor debilidad de la divisa.
Mantenemos una posición neutral en oro, ya que su valoración sigue siendo tensa pese a su atractivo potencial a largo plazo como diversificador y activo refugio.
Resumen de los mercados globales: impulsados por las perspectivas de beneficios
La renta variable subió en mayo, impulsada por la mejora de las expectativas de beneficios empresariales (véase la fig. 5) y de las perspectivas de crecimiento.
La renta variable global cerró el mes con una subida de casi el 4% en moneda local, elevando a dos dígitos el porcentaje de ganancias en lo que va de 2024. Su sólida rentabilidad estuvo acompañada de unos buenos flujos de inversión y los fondos de renta variable atrajeron unos 47.000 millones de USD en las últimas cuatro semanas.
Entre los sectores, los títulos energéticos fueron en contra de la tendencia positiva general y las empresas registraron un descenso de sus beneficios e ingresos. El sector cerró el mes ligeramente a la baja, como reflejo también del retroceso de los precios del petróleo.
En cambio, el sector de “utilities” fue uno de los más rentables, con una subida cercana al 7%. Asimismo, los sectores de TI y servicios de comunicación siguieron subiendo con un alza aproximada de un 8% y un 6%, respectivamente. Los inversores acogieron con satisfacción los resultados, mejores de lo esperado, y las optimistas previsiones del fabricante de chips Nvidia.
La rentabilidad superior de la tecnología también fue una buena noticia para los índices bursátiles de EE.UU., ya que la suma de los sectores de TI y servicios de comunicación representan alrededor del 40% del S&P 500. El índice de referencia estadounidense experimentó una subida de casi un 5% en mayo, registrando su mejor resultado mensual desde febrero. A punto de concluir la temporada de publicación de resultados del primer trimestre, el 78% de las empresas estadounidenses han declarado unos beneficios superiores a lo esperado, según datos de LSEG I/B/E/S.
Evolución de los precios de la renta variable global frente a beneficios a 12 meses vista
Fuente: IBES, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 31/12/2021 y el 29/05/2024.
El optimista panorama de los beneficios favoreció a los bonos corporativos, lo cual se reflejó en las sólidas ganancias del crédito “investment grade” y “high yield” de EE.UU., el “high yield” europeo y el crédito emergente.
La rentabilidad de la deuda soberana fue más desigual.
La deuda pública japonesa perdió terreno, reflejando las expectativas de unas subidas más rápidas de los tipos de interés por parte del Banco de Japón, ya que una brecha de producción positiva provoca una inflación moderada.
El dólar cerró el mes ligeramente más débil tras perder terreno frente a la mayoría de las divisas desarrolladas, incluido el euro.
Resumen
BARÓMETRO DE JUNIO DE 2024
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Asignación de activos
Nos mantenemos sobreponderados en renta variable, neutrales en renta fija e infraponderados en liquidez.
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Regiones y sectores de renta variable
Elevamos el sector de “utilities” a sobreponderado ante la mejora de su rentabilidad, sus atractivas valoraciones y el inminente aumento de la demanda de electricidad. También seguimos viendo potencial en los sectores de TI y servicios de comunicación.
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Renta fija y divisas
Nos gustan los “US Treasuries” y la deuda pública británica. Elevamos la deuda pública japonesa a neutral.
La información, las opiniones y las estimaciones expresadas en este documento reflejan un juicio emitido en su fecha original de publicación y pueden verse afectadas por riesgos e incertidumbres que podrían hacer que los resultados reales sean sustancialmente diferentes de los presentados en este documento.