Asignación de activos: Europa toma la delantera
Abril resultó ser un mes aciago para los activos de riesgo, pero creemos que se avecinan tiempos mejores. En este momento, las valoraciones de varias clases de activos parecen más atractivas y el posicionamiento en acciones de los inversores es menos alcista, lo cual aumenta el margen para obtener beneficios. Las condiciones económicas también se están volviendo más favorables, sobre todo en Europa, donde es probable que se produzcan recortes de los tipos de interés y el ritmo de crecimiento de los beneficios empresariales sigue siendo fuerte.
Por todas estas razones, mantenemos una postura sobreponderada en renta variable y neutral en renta fija.
En renta variable, nuestro posicionamiento tiene una inclinación cada vez más favorable a los países europeos. Nuestros indicadores del ciclo económico revelan una mejora de las condiciones tanto en la zona euro como en el Reino Unido. Creemos que el crecimiento trimestral del PIB de la zona euro puede alcanzar su potencial de aquí a finales de 2024, por encima del 1% anualizado. La actividad económica interna se está viendo favorecida por el escaso desempleo en el mercado laboral y las subidas de los salarios, mientras que la mejora de las relaciones de comercio exterior auguran un aumento de las exportaciones. Paralelamente, la situación de la inflación es más estable que en EE.UU., gracias a lo cual el Banco Central Europeo debería poder empezar a recortar los tipos de interés en junio.
El Banco de Inglaterra probablemente aplicará recortes al mismo tiempo. Nuestro modelo de Regla de Taylor modificada indica que el banco central dispone de mucho margen para adoptar medidas de relajación, con la posibilidad de aplicar hasta cuatro o cinco recortes de aquí a finales de año. Esto debería suponer un nuevo estímulo para la economía británica, que parece haberse recuperado ya de las condiciones recesionistas.
En EE.UU., en cambio, lo más probable es que los recortes de tipos se retrasen por lo menos hasta septiembre. El contexto inflacionista es dispar, ya que la inflación subyacente de bienes se contrae, pero la inflación subyacente de servicios avanza en sentido contrario: la inflación subyacente sin alquileres aumentó hasta alcanzar el 6% interanual en marzo. Esto se corresponde con la trayectoria de crecimiento del PIB de EE.UU., con los servicios apuntalando la economía mientras la mayoría de los demás sectores presentan una dinámica de fin de ciclo más débil (p. ej., las ventas minoristas no crecieron durante el mes pasado y el consumo de bienes experimentó una contracción en el primer trimestre de este año). Es poco probable que el consumo de servicios mantenga su resistencia si el ahorro de los hogares aumenta hasta alcanzar unos niveles más normales: actualmente, los hogares ahorran un 3,5% de su renta disponible, cuando normalmente la media suele ser del 7%. Además, el exceso de ahorro acumulado tras los estímulos del periodo postpandemia se agotará a finales de este mes.
Nuestros indicadores de liquidez son en general neutrales para los activos de riesgo globales; recientemente, las expectativas de relajación monetaria se han postergado todavía más, sobre todo en EE.UU. Además, pese a que los bancos comerciales de Europa se muestran cada vez más dispuestos a conceder préstamos, la demanda de crédito en el sector privado probablemente no repuntará si no se produce una relajación de la política.
China es una excepción debido a que su miniciclo de relajación contrarresta, en parte, las presiones para el desapalancamiento a largo plazo. Esperamos que la política monetaria china siga siendo expansiva pero moderada –regando la economía en lugar de inundándola con un estímulo monetario generalizado.
Estimaciones de beneficios a 12 meses vista por país, indexados al 01/07/2021
Fuente: MSCI, IBES, Refinitiv DataStream, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 01/07/2021 y el 18/04/2024.
En lo que a valoraciones se refiere, la renta variable global parece ligeramente más atractiva tras la reciente debilidad del mercado, aunque sigue estando cara en relación con su horquilla de rentabilidad de los últimos 20 años. Además, el ritmo de crecimiento de los beneficios empresariales sigue siendo positivo en los mercados desarrollados (véase la fig. 2). Las valoraciones de Europa, Reino Unido y Suiza están baratas según nuestro modelo, lo que justifica nuestras posiciones sobreponderadas en esas regiones.
En renta fija, las valoraciones de los “US Treasuries” parecen especialmente atractivas porque los tipos a corto plazo han vuelto a repuntar hasta alcanzar sus máximos cíclicos.
En cambio, el oro se ha adentrado aún más en territorio extremadamente caro. Creemos que, ahora que se están moderando las presiones inflacionistas y que mejoran las perspectivas económicas, dichas valoraciones ya no están justificadas.
Los indicadores técnicos también emiten señales de advertencia para el oro: el mercado está sobrecomprado, el posicionamiento es tenso y las encuestas revelan que la proporción de inversores que consideran que el oro está sobrevalorado es la más alta desde agosto de 2020.
En cambio, los indicadores técnicos ahora parecen más favorables para la renta variable tras su reciente retroceso –por ejemplo, el posicionamiento en acciones de los inversores es menos alcista, lo cual aumenta el margen para obtener ganancias.
También es buena señal que, recientemente, las ganancias de la renta variable se hayan extendido a todo tipo de industrias y sectores, ya que esto significa que las mayores rentabilidades han dejado de estar concentradas en tan solo unos pocos títulos. Esto reduce el riesgo de que se produzca un retroceso drástico.
Regiones y sectores de renta variable: oportunidades atractivas en Europa
Nuestro análisis muestra un aumento del atractivo de la renta variable de la zona euro. Hay razones de peso para creer que los beneficios empresariales podrían acabar siendo superiores a lo previsto por el mercado gracias a la favorable coyuntura macroeconómica y de la política monetaria. Como muestra la fig. 3, la aceleración de la actividad económica –medida por las encuestas a los directores de compras– suele ir acompañada de revisiones al alza de las estimaciones de beneficios a 12 meses por parte de los analistas. Según nuestros cálculos, las empresas de la zona euro deberían registrar un incremento de los beneficios por acción ligeramente superior al 4% este año, por encima de la previsión del consenso del 3,1%. Teniendo presentes estos datos, elevamos la renta variable europea de neutral a sobreponderada.
PMI compuesto frente a abanico de revisiones del BPA* de la zona euro
*Revisiones al alza netas de las estimaciones del BPA a +12 meses como % de las estimaciones totales, media de 3 meses. Fuente: Refinitiv, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 01/01/2005 y el 15/04/2024
También elevamos la renta variable británica de infraponderada a neutral. La dinámica de los beneficios de las empresas nacionales que cotizan en el Reino Unido se ve beneficiada por los recortes previstos de los tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra. Además, el mercado de renta variable británico ofrece exposición a títulos cíclicos tales como los de minería y energía, que resultan especialmente atractivos en este momento del ciclo económico.
Seguimos sobreponderados en renta variable suiza, un mercado que alberga una cantidad sumamente elevada de empresas de calidad.
Puede que el conjunto del mercado suizo haya avanzado tan solo un decepcionante 6% este año al verse frenado por la menor rentabilidad de un grupo de tres empresas –la empresa alimentaria Nestlé y las farmacéuticas Novartis y Roche– que componen casi la mitad del índice y han caído cerca de un 10% desde el año pasado.
Sin embargo, ponderada por capitalización bursátil, la rentabilidad del resto del índice es notablemente superior y ha registrado una subida del 25% desde su mínimo de octubre. Además, la relajación de la política monetaria del Banco Nacional Suizo, que recortó los tipos de interés mucho antes que sus homólogos, debería proteger la economía durante el año que viene.
También seguimos sobreponderados en títulos japoneses. Los sólidos beneficios empresariales y los alentadores avances en las reformas del gobierno corporativo convierten la renta variable japonesa en una de nuestras convicciones más firmes.
Por lo demás, nos mantenemos neutrales en renta variable de EE.UU. El mayor mercado de renta variable del mundo cotiza con una valoración elevada –es el más caro de nuestra puntuación– y, además, el enquistamiento de la inflación podría retrasar la fecha de aplicación del primer recorte de tipos por parte de la Fed.
Dado que la prima de riesgo implícita de la renta variable estadounidense –la estimación de la rentabilidad adicional que debería ofrecer la inversión en el mercado de valores por encima de la tasa libre de riesgo– se sitúa muy por debajo de la media, en el 3,3%, no cabe esperar prácticamente ninguna rentabilidad superior de la renta variable frente a la renta fija.
Dicho esto, nos resistimos a infraponderarla porque EE.UU. ofrece a los inversores exposición a las empresas de tecnología y servicios de comunicación más importantes del mundo, que asimismo experimentan un fuerte crecimiento.
Lo más probable es que el grupo de los Siete magníficos, formado por empresas tecnológicas estadounidenses de megacapitalización, sea el que lidere el crecimiento de los beneficios en Wall Street, a pesar de que sus resultados hayan sido dispares: los enormes beneficios de Alphabet y Microsoft contrastan con los decepcionantes informes de Meta y Tesla. No obstante, los resultados publicados hasta ahora apuntan a un incremento del gasto de capital en infraestructuras de datos. Seguimos sobreponderados en este sector porque se sustenta en temas de crecimiento secular tan atractivos como la inteligencia artificial.
Renta fija y divisas: moderación con respecto al oro
Ahora que las tendencias mundiales de la inflación empiezan a ser ligeramente divergentes, están surgiendo oportunidades en el mercado de deuda soberana, si bien seguimos manteniendo una postura neutral en renta fija en general. Por el momento, nuestras perspectivas para la renta fija se basan en la fortaleza del dólar estadounidense.
La persistencia de la inflación en EE.UU., que indica que la Fed podría verse obligada a mantener los tipos en los niveles actuales hasta bien entrado el segundo semestre del año, ha sostenido al billete verde. Esto, a su vez, nos lleva a rebajar nuestra exposición a bonos emergentes en moneda local de sobreponderada a neutral. Aunque el rendimiento de los bonos emergentes en moneda local es atractivo, del 6,6% frente a una media de 10 años del 4,6%, la rentabilidad superior de la economía estadounidense está reduciendo la ventaja de crecimiento de los mercados emergentes.
Por lo demás, y pese a la persistencia de la inflación en EE.UU., vemos valor en los “US Treasuries”, cuyas valoraciones parecen ahora más atractivas gracias a que los tipos a corto plazo han vuelto a repuntar hasta alcanzar sus máximos cíclicos.
Esto es especialmente cierto en el caso de los “US Treasuries” protegidos frente a la inflación (TIPS), en los que nos mantenemos sobreponderados. El rendimiento de los TIPS vuelve a coincidir en gran medida con la tasa de crecimiento tendencial del PIB real –2,2% frente a 2,3%, respectivamente– por primera vez desde la crisis financiera global (véase la fig. 4).
Rendimiento del “US Treasury” protegido frente a la inflación frente a crecimiento tendencial del PIB real de EE.UU, %
Fuente: Refinitiv, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 01/01/1997 y el 26/04/2024.
La tendencia deflacionista parece más consolidada en el Reino Unido, lo que nos lleva a sobreponderar la deuda pública británica. En cambio, la política monetaria expansiva ha encarecido la renta fija tanto suiza como japonesa, por lo que nos mantenemos infraponderados en esos mercados.
Mantenemos nuestra postura constructiva respecto al crédito “high grade” estadounidense, que saldría beneficiado de un contexto deflacionista de crecimiento por debajo del potencial. El crédito “high yield” a corto plazo también parece particularmente atractivo, con posibilidad de obtener una rentabilidad superior a la de los bonos, dadas nuestras escasas expectativas con respecto a las rentabilidades derivadas de la duración; el nivel de carry también sigue siendo atractivo.
Aunque creemos que los argumentos a favor de la inversión a largo plazo en oro son convincentes, hemos optado por reducir nuestra exposición al metal precioso en el marco de una decisión táctica. Aunque el oro se ve beneficiado por la demanda de los bancos centrales de los mercados emergentes, su valoración nos parece elevada. Así pues, hemos rebajado su sobreponderación a una ponderación conforme al índice de referencia, a la espera de que llegue un momento más apropiado para volver a entrar en el mercado.
También rebajamos el franco suizo a infraponderado. Creemos que es conveniente mantener cierta exposición alcista al dólar porque a la Fed, por ahora, no le está quedando más remedio que cruzarse de brazos en vez de empezar a relajar su política. Dado que el banco central suizo ya ha iniciado su ciclo de relajación, intercambiar parte de las divisas suizas por dólares parece lo más acertado.
Resumen de los mercados globales: preocupación por la inflación en EE.UU.
En abril, un repunte de las presiones inflacionistas en EE.UU. inquietó a los inversores y les obligó a replantearse la rapidez con que la Fed empezaría a recortar los tipos. Aunque los precios de los bienes registraron un mejor comportamiento gracias, en parte, a las presiones deflacionistas procedentes de China, el crecimiento de los salarios fue demasiado elevado, al igual que el de los costes de los servicios, sobre todo debido a la fortaleza del mercado de la vivienda en EE.UU. Al mismo tiempo, el conflicto en Oriente Medio está empujando al alza los precios del petróleo.
La deriva de la inflación causó un efecto depresor en la renta variable estadounidense, que cayó un 4,1% en el mes. También impulsó al alza los rendimientos de los “US Treasuries”, sobre todo en el extremo a corto plazo de la curva –la rentabilidad total de los bonos soberanos de EE.UU. cayó un 3,3% en abril. Al mismo tiempo, las expectativas de que los tipos estadounidenses se mantendrán más altos durante más tiempo hicieron que el dólar ganara terreno frente a casi todas las demás divisas, tanto desarrolladas como emergentes.
Sin embargo, el oro perdió fuelle tras su buena racha en lo que va de año, subiendo tan solo ligeramente en el mes y registrando una bajada del 4,4% con respecto a sus recientes máximos históricos, lastrado por el repunte del dólar (véase la fig. 5).
Precio del oro, USD/onza
Fuente: Refinitiv Datastream, Pictet Asset Management. Datos del período comprendido entre el 21/04/2006 y el 24/04/2024.
Las tendencias de la renta variable estadounidense lastraron a otros mercados. Los títulos de la zona euro perdieron un 1,8% en moneda local en el mes, las acciones suizas cayeron un 2,5% y la renta variable japonesa, un 1,1%. El mercado de renta variable del Reino Unido fue un caso atípico digno de mención, con una subida cercana al 3%: es un mercado relativamente infravalorado en el que, además, los inversores empiezan a prever recortes de tipos por parte del Banco de Inglaterra mientras disminuye la inflación y el crecimiento económico se mantiene moderado. La renta variable de Asia emergente también registró una buena rentabilidad subiendo un 1,8%, con algunas esperanzas de que la economía china se esté preparando para un repunte.
El sector energético fue el más rentable, con una subida del 1,1% en el mes, el sector inmobiliario cayó un 6,1% por temor a que los tipos se mantengan altos, y los inversores recogieron algunos beneficios del sobredimensionado sector de TI, que registró una bajada del 5,2% en moneda local.
Al igual que los “US Treasuries”, la deuda pública retrocedió de forma generalizada y perdió, en la mayoría de los casos, entre un 1% y un 3% en el mes. Además de los mercados de renta variable, el crédito también se resintió, con una caída del “investment grade” de EE.UU. del 2% en el mes.
Resumen
Barómetro de Mayo de 2024
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Asignación de activos
Nos mantenemos sobreponderados en renta variable global debido a sus atractivas valoraciones y a las buenas perspectivas de beneficios. Ante el panorama de recortes de tipos en gran parte de los países desarrollados, nos mantenemos neutrales en renta fija y negativos en liquidez.
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Regiones y sectores de renta variable
Estamos adoptando una postura más positiva en Europa. Elevamos la renta variable de la zona euro a sobreponderada y reducimos la infraponderación del Reino Unido.
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Renta fija y divisas
Rebajamos la deuda emergente en moneda local de sobreponderada a neutral debido a la fortaleza del dólar estadounidense. Volvemos a rebajar el oro de sobreponderado a neutral tras la recogida de beneficios y rebajamos el franco suizo de neutral a infraponderado.
La información, las opiniones y las estimaciones expresadas en este documento reflejan un juicio emitido en su fecha original de publicación y pueden verse afectadas por riesgos e incertidumbres que podrían hacer que los resultados reales sean sustancialmente diferentes de los presentados en este documento.